Ante el altavoz desinformativo de Vox Azuqueca, recordamos la necesidad de políticas bajo diagnósticos reales.
El pasado 28 de noviembre, el grupo municipal VOX presentó en el Pleno una moción para habilitar “urgentemente” el aparcamiento subterráneo de El Foro. Sin embargo, ante la falta de apoyos necesarios para su aprobación, el grupo optó por recurrir a su estrategia habitual: señalar al adversario y expresar su descontento con una retórica caracterizada por la ausencia de argumentos sólidos y el predominio de ataques emocionales, sirviéndose como altavoz desinformativo en Azuqueca.
La oposición desempeña un papel fundamental en la supervisión del gobierno y en la promoción de iniciativas en beneficio de la ciudadanía. Sin embargo, cualquier propuesta presentada en el Pleno municipal debe estar sustentada por el rigor necesario para un debate constructivo. La inclusión de argumentos críticos no solo enriquece las deliberaciones, sino que fortalece el ejercicio político, un ámbito que, lamentablemente, vemos deteriorarse en las administraciones públicas.
Cuando este rigor no se aplica, el debate se desvirtúa y los discursos se convierten en herramientas de manipulación informativa y victimismo, alejando a la ciudadanía de una comprensión clara de los problemas reales.
Respecto a las acusaciones de involución de Izquierda Unida y victimización que VOX ha esgrimido en torno a la supuesta falta de información técnica sobre su moción, cabe aclarar que dichas afirmaciones son infundadas. Es más, Izquierda Unida como conocedora del problema y concienciada sobre el mismo, lo manifestó públicamente durante el debate y explicó su postura ante la falta de viabilidad de la propuesta presentada.
Además, en 2019, Izquierda Unida ya contempló en su programa electoral la habilitación del aparcamiento subterráneo de El Foro, lo que demuestra que el tema no es ajeno a la agenda política local de este grupo. Ante las acusaciones sobre el “delito de propiedad privada” que quieren hacer creer históricamente a la ciudadanía, siempre falaz, es importante recordar que el automóvil, lejos de ser un «demonio», ha sido una herramienta clave para el ascenso social y la movilidad de la clase trabajadora, permitiendo así el acceso a oportunidades laborales y sociales. Entender la movilidad como un eje de comunicación esencial implica reconocer las dinámicas que estructuran nuestra sociedad, incluidas las carencias generadas por políticas neoliberales, como la desconexión entre el medio urbano y rural o las dificultades para acceder a servicios básicos como la educación o la sanidad, así como el desplazamiento a las viviendas actualmente expulsadas de los núcleos de trabajo.
En este contexto, resulta imprescindible señalar que un diagnóstico erróneo conduce inevitablemente a políticas ineficaces. El desarrollo urbano de Azuqueca está condicionado por su Plan de Ordenación Municipal (POM), vigente desde 1999, un documento que no previó la presión vehicular actual: 22.000 vehículos matriculados frente a 13.000 viviendas, con una media aproximada de 1,7 vehículos por familia. Pretender abordar el problema del aparcamiento sin atender a estos datos, demuestra una falta de visión estratégica de un grupo político que debería conocer cómo funciona el ordenamiento municipal, y más cuando se está ante un documento que cuenta con 25 años de vigencia.
Cabe señalar que la propuesta del grupo proponente como era habilitar el aparcamiento de forma “urgente”, no contempló su desarrollo técnico y la importancia que tiene esto en la elaboración del proyecto. La reubicación de los servicios que se prestan actualmente en ese espacio y la adecuación del mismo tiene un coste estimado de 500.000 euros, según los informes técnicos de 2023 y su anuncio presupuestario en marzo del mismo año, una cuantía inviable sin los recursos económicos necesarios. Quizás el grupo proponente podría considerar en el futuro comprender las medidas fiscales que permitan financiar inversiones de este tipo y llevarlas a una sesión plenaria para su debate.
Por otro lado, la moción de VOX incluía la posibilidad de aplicar tarifas a este aparcamiento, pero sin aclarar si esta propuesta se trataba de una privatización del servicio a través de una concesión administrativa. Surge entonces una cuestión clave: ¿Es justo que los vecinos de una zona con una alta demanda de estacionamiento tengan que pagar por el uso de un aparcamiento público? ¿Debe contar con tarifa un aparcamiento público? ¿Es justo que un vecino en una zona tensionada pague por el uso de un aparcamiento público?
Frente a estas propuestas insuficientemente fundamentadas, Izquierda Unida planteó una solución más integral y sostenible:
- Instar a las administraciones competentes a mejorar la red de transporte público, dado que económicamente no se puede ejecutar de forma urgente sin los activos financieros necesarios en el presupuesto municipal.
- La conexión entre Azuqueca, Madrid y Guadalajara se encuentra en un estado crítico, con retrasos ferroviarios, atascos frecuentes en las autovías y una insuficiencia de horarios en las líneas de autobuses. Promover un transporte público eficiente no solo alivia la presión sobre el aparcamiento, sino que también fomenta una movilidad más sostenible.
Estas propuestas no excluye el uso del vehículo y menos de la posibilidad de tener una zona de estacionamiento cercano a la zona de residencia, pero eso debe hacerse con un respaldo técnico que no llevaba la moción de VOX y de una cuantificación económica sobre su costes. Eso es una propuesta elaborada. Lo demás es humo y ruido con una intencionalidad clara.
En definitiva, para hacer política efectiva se debe elaborar un diagnóstico correcto de las situaciones con el fin de solucionar los problemas existentes, porque la política debe ser una herramienta para la verdad, la justicia y la igualdad, pilares fundamentales en la construcción de una sociedad más equitativa y habitable. Solo con este enfoque lograremos superar la degradación actual de la democracia y garantizar un futuro mejor para todos.