La personas trabajadoras por cuenta propia constituyen uno de los principales motores para dinamizar la economía, dada su capacidad de generar empleo y su potencial de creación de valor.

Estos agentes económicos tienen que desarrollar su actividad en un entorno laboral, fiscal, regulatorio y financiero que hacen complejo su capacidad de adaptación a los cambios.

Por ello, es imprescindible que desde las administraciones públicas se potencie y se facilite la iniciativa empresarial, especialmente en la coyuntura económica actual. Es necesario el establecimiento de un entorno que promueva la cultura emprendedora, así como la creación y desarrollo de proyectos empresariales generadores de empleo y de valor añadido.

Por eso, mostramos todo nuestro apoyo y planteamos una serie de medidas para proteger, por un lado, a aquellas personas que acaban de empezar su negocio, así como mejorar la protección social del colectivo.

Si quiere conocer los acuerdos propuestos y aprobados en la sesión plenaria de 30 de octubre, pinche aquí.