La honestidad es el valor más brillante del ser humano, porque lleva parejo la honradez, la sinceridad y la justicia. En política, es uno de los valores más fundamentales ya que influye directamente en la confianza que la ciudadanía deposita en sus representantes. La capacidad de un político para comunicar la verdad y actuar con integridad resulta crucial para el buen funcionamiento de una democracia saludable.
No hace tanto tiempo la honestidad era un valor en alza, en cambio, hoy, desgraciadamente, el honor y la dignidad de las personas no se respetan y se pisotean sin pudor ni miramiento, en política más aún. E en ella nos encontramos a diario con actitudes deshonestas de gente que para ganarse la estima de los demás, va con mentiras y engaños, tratando de sembrar la discordia con calumnias y difamaciones.
Porque no se puede servir a la sociedad sin esa noble virtud, podemos afirmar con orgullo que las personas que ocupan cargos públicos y cargos internos en nuestra formación no sólo son honestos, sino además competentes.
Si quieres conocer el comunicado emitido por el edil Rodrigo Vasco Blas tras las acusaciones del PSOE de Azuqueca de Henares, pinche aquí.
