Artículo de opinión de la Asamblea local de IU en Azuqueca de Henares.
“…hay días y jornadas en las que en la planta baja sobra mucho espacio, sobra muchísimo espacio, entiendo que a tenor de que, evidentemente, hay que cumplimentar el irse de vacaciones, yo no lo he hecho todavía en este año…las vacaciones, un trabajador tiene todo el derecho a tenerlas y un concejal también, si yo esa parte no la tomen como una crítica, es cierto que no son obligatorias…pero eso sí, no me confunda las responsabilidades de un trabajador municipal o un empleado público con las de un cargo electo político”. Manifestaciones literales del señor Pinillos en la sesión plenaria ordinaria de 30 de septiembrede 2021.
La pasada sesión plenaria, el portavoz del grupo municipal del PSOE, David Pinillos nos sorprendió de nuevo con el destrozo que hacía de la legislación laboral tras sus declaraciones.
En esta ocasión tuvimos que escuchar, después de que fuese poseído por el espíritu liberal de la señora Cifuentes, como expresaba, al igual que hacía ésta hace uso años, que las vacaciones son voluntarias.
En el año 2017, cuando presidía la Comunidad de Madrid, dijo defender «fervientemente el derecho de todos los trabajadores a cogerse vacaciones», pero que, al igual que el señor Pinillos, considera que «no es una obligación», sino «una alternativa voluntaria».
Evidentemente, una afirmación tan peligrosa como esta, tuvo su contestación por parte de quien entonces ostentaba la responsabilidad en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Doña Fátima Báñez, quien tuvo que salir en defensa de los derechos
laborales manifestando que «yo respeto todas las decisiones personales, pero el contrato de trabajo en España da vacaciones a todos los trabajadores».
Sin embargo, en el Pleno deAzuqueca de Henares ni el señor Alcalde, ni el resto del equipo de Gobierno afearon suspalabras ratificando así, con su silencio, la postura de su compañero.
Lo cierto y verdad es que no es de extrañar. El señor Pinillos, desde el mismo día en el que tomó posesión de su cargo como concejal, se nos presentó envuelto en la bandera del sindicalismo, erigiéndose en defensor de los derechos de una clase trabajadora a la que humilla y vilipendia con sus manifestaciones públicas cada vez que puede.
Muestra de ello son las divagaciones que escuchamos en cada pleno municipal como portavoz del Gobierno. Desde su púlpito, difunde sin pudor la peligrosa idea de que se es más responsable y se tiene un mayor compromiso cuando, ostentando un cargo público, no se disfruta de las vacaciones o se renuncia voluntariamente a unas condiciones laborales dignas. La perversidad de este discurso conecta con la filosofía presencialista imperante en nuestro país, donde no se tienen en cuenta los resultados y la efectividad, sino las horas y horas que se permanece en el puesto de trabajo. Señor Pinillos, reflexione un instante sobre sus palabras porque éstas, en el ámbito laboral, son demoledoras.
Usted practica el anti sindicalismo sin sonrojo alguno. Con sus manifestaciones, deja de
lado el importante valor pedagógico que para la sociedad tiene la conducta de sus representantes públicos, quienes deben normalizar y hacer visibles los derechos sociales conquistados durante años de lucha, entre los cuales se encuentran los derechos laborales.
Conocedores de la norma, somos conscientes de que los cargos públicos no están sometidos ni al Estatuto de las Personas Trabajadoras, ni al Estatuto del Empleado Público, pero no debe olvidar que está enviando un mensaje a la opinión pública que puede hacer que los colectivos de trabajadores más vulnerables tengan miedo de solicitar sus vacaciones o a defender sus derechos.
Señor Pinillos usted ni fue ni es sindicalista porque, de haberlo sido o serlo, jamás realizaría tales afirmaciones, ni defendería en la casa de todos, decisiones políticas que atentan contra los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Usted, con sus palabras y voto, contribuye al debilitamiento de los derechos laborales que tanto costó conseguir.
Tenga cuidado con las declaraciones que hace y, sobre todo, lea, estudie y argumente correctamente la defensa de lo público.