El pasado 4 de abril el señor Blanco presentaba el presupuesto para el año 2017 junto con la Plantilla de Personal y la Relación de Puestos de Trabajo para el mismo ejercicio.
El “NO” de IU a los presupuestos del pan, circo y caciquismos está suficientemente explicado. Es inaceptable que en unos presupuestos municipales no se reduzca la presión fiscal a la que están sometidos los vecinos, no se incremente el gasto social, no se exija al Gobierno Autonómico lo que nos debe y no se vele por los intereses de los trabajadores. Decir “sí” a políticas que no defienden los intereses del conjunto de la ciudadanía, significa apoyar a un Gobierno que resta, por mucho que algunos lo nieguen.
Nada se ha dicho hasta el momento acerca de la Plantilla de Personal y la Relación de Puestos de Trabajo. Es conveniente indicar que el pasado 24 de marzo las organizaciones sindicales representadas en la Mesa General de Negociación fueron convocadas a una reunión que tenía por objeto informar sobre la citada relación y plantilla de personal que acompañaba al presupuesto. Sin embargo, el gobierno de Blanco y muy concretamente, la Concejala de Recursos Humanos, Elisa Cansado, olvidaban que tanto la jurisprudencia, la normativa vigente, así como el propio Convenio Colectivo (artículo7.4) establecen que el procedimiento a seguir para la modificación, negociación y aprobación de este documento es necesaria la negociación sindical previa en la Mesa General.
Desgraciadamente, no es la primera vez que este gobierno se comporta de esta manera, actuando unilateralmente en un intento de ningunear a los órganos de representación de las trabajadoras y trabajadores. Conviene recordar, ya que nada dice el señor Blanco al respecto, que la Relación de Puestos de Trabajo para el ejercicio de 2016, se encuentra pendiente de resolución judicial por los mismos motivos que ahora se impugnan: no haberse celebrado ninguna negociación sindical.
Es muy dado el señor Blanco a hacer un determinado uso del lenguaje para evitar llamar a las cosas por su nombre. Ya lo hizo cuando privatizó algunos servicios públicos como el del alumbrado, haciéndonos creer que se trataba de una “colaboración público-privada”, y ahora vuelve hacerlo con la RPT diciendo que no se trata de una modificación sino de una “actualización”, como si así se pudiera saltar la negociación obligatoria con los representantes de los trabajadores a su antojo. Cuando no se sabe qué decir hay que decir cualquier cosa, porque hablando parece que se dice algo aunque no se refiera nada.
Son numerosas las sentencias que demuestran el grado de incompetencia de muchos gobiernos municipales al incumplir con uno de los requisitos fundamentales, el de la negociación con los representantes sindicales, para sacar adelante este documento.
La falta de empatía del Gobierno de Blanco con quienes deberían ser sus principales colaboradores, los trabajadores municipales, pone de manifiesto su actitud despótica. No sólo impide esa negociación reconocida por ley en la que consensuar la Relación de Puestos de Trabajo, sino que además, vulnera derechos fundamentales al negarles el acceso a cualquier documentación. ¡Qué vergüenza señor Alcalde, qué vergüenza!