No vamos a consentir bajo ningún concepto que el señor J.L. Moraga arroje falsedades, demagogia y mentiras sobre nuestra formación política y sobre las personas que la componemos. Y, desde luego, nos parecen completamente fuera de lugar las amenazas que en un diario de tirada provincial realiza contra algunos miembros de IU amagando con llevarlos ante la justicia.
Este señor resultó desalojado del gobierno porque en los seis meses de su mandato fue un desastre como gestor, como negociador y, sobre todo, como Alcalde de un municipio de 30.000 habitantes. Antes de las elecciones de 2007 este señor fue elegido candidato por el PP, nadie daba un duro por él, gente de su propio partido le criticaba porque no le veía capaz, afiliados con años de trayectoria, gente del PP de toda la vida no confiaba en él. Pero el conservadurismo que se va a adueñando de todo, que extiende sus tentáculos por el Corredor del Henares, también llegó a Azuqueca de Henares y lo alzó al gobierno sin contar con la mayoría absoluta de los concejales.
Después de todos estos episodios y tras la moción de censura, este señor se quiso convertir en un mártir. Pero a nosotros no nos engaña. Su ansia por el poder le lleva a decir y a hacer cosas que le pasarán factura en el futuro. Lo que tiene que hacer el Sr. Moraga es pedir disculpas a las personas que ha utilizado como diana de sus críticas y asumir sus numerosos errores personales.
Una cosa es la crítica legítima, la diferencia ideológica, el debate y la discusión política, y otra muy diferente es que constantemente haga demagogia y mienta a sabiendas, que politice temas que nada tienen que ver con la política y que desempeñe sin ningún rubor el papel de cordero degollado mientras las mentiras brotan a borbotones de su boca. Esta actitud hace mucho daño no solamente a los ofendidos, que en este caso somos nosotros, sino al sistema democrático. La sociedad está cansada de políticos demagogos que mienten.
Ya hay hasta gente de su partido que le critica abiertamente, porque sinceramente este señor no actúa como el jefe de la oposición sino como una persona enormemente irresponsable que no ha asumido que dejó de gobernar porque era incapaz de hacerlo.
Pero, sobre todo, tenga una cosa clara: no vamos a consentir que usted vierta más insidias sobre una formación política que ha demostrado siempre un comportamiento irreprochable.
NO VAMOS A CONSENTIR QUE UN SEÑOR QUE MIENTE CONSTANTEMENTE NOS ESTÉ HACIENDO TANTO DAÑO Y QUIERA IR A DEGÜELLO A POR NOSOTROS.