La Cumbre Social, que agrupa a 150 organizaciones de variada condición, convocó a la ciudadanía a manifestarse en todas las capitales de provincia para denunciar el insoportable deterioro social que padece el país y clamar contra sus responsables, siendo el principal de ellos el gobierno del Partido Popular.

Esta convocatoria es consecuencia de la marcha-concentración del 15 de septiembre, que concluyó en la Plaza de Colón de Madrid, a la que asistieron cientos de miles de ciudadanos procedentes de todos los rincones de España.
Los convocantes pedían más democracia, frenar la deriva autoritaria de un gobierno empeñado en criminalizar la protesta ciudadana, la convocatoria inmediata de un referéndum en el que se le pregunte al pueblo si consiente o no las políticas que se le aplican y denunciar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013, por inútiles y dañinos. Los miembros de la Cumbre Social hacían una advertencia al gobierno si continúa enrocado en la crueldad: en noviembre se convocará una nueva huelga general.
Unos mil quinientos ciudadanos salieron a la calle en Guadalajara para mostrar su apoyo a las justas demandas de las organizaciones convocantes, circulando por el recorrido de rigor con estoicismo ejemplar.
Se percibe, no obstante las numerosas muestras de comportamiento modélico, que la ciudadanía comienza a estar hasta la pluma de realizar números danzantes en las vías públicas bajo los rigores de un chubasco imperturbable.
No hace falta ser augur para vaticinar que si no mejora el tiempo, las figuras acabarán descomponiéndose.