El Pleno se iniciaba con el cambio de la composición de las comisiones informativas y de seguimiento y control, como consecuencia de la ruptura del grupo popular y la existencia de cuatro nuevos concejales no adscritos procedentes de dicho partido. La decisión salomónica adoptada al respecto es que el PP mantenga dos concejales en la mitad de las comisiones informativas y que se quede con uno en la otra mitad, por un concejal no adscrito en cada una de ellas. Para preservar su mayoría absoluta el PSOE añade un concejal en todas las comisiones informativas. En cuanto a las comisiones de seguimiento y control, acogen a un concejal no adscrito y otro más del PSOE para, de nuevo, mantener la mayoría absoluta del gobierno. Por su parte, IU se queda en todas las comisiones como estaba. Estos cambios fueron aprobados por unanimidad.

Resuelta esta cuestión correspondía tratar el segundo punto del orden del día relativo a un suplemento de crédito destinado a aumentar, con cargo al remanente positivo de tesorería, créditos previstos insuficientes para pagar facturas por un importe de 529.000 euros. En total el suplemento de crédito ascendía a 615.465 euros que, sumados a la consignación previa, daban como resultado 1.144.847 euros. Una parte de esta suma ha sido destinada a pagar facturas pendientes del capítulo de fiestas, al que se añaden 137.035 euros.

Queda por saber la cifra definitiva del gasto en la partida de fiestas y si el gobierno cumplirá la promesa de no superar lo consignado en el presupuesto municipal. Anunciamos ya que estaremos muy atentos a este asunto.

El expediente de suplemento de crédito fue aprobado por unanimidad puesto que los pagos ya se habían realizado y correspondían a obligaciones firmes con proveedores.

Se pasó inmediatamente a dar cuenta del informe de la intervención municipal sobre el plan de ajuste. Conviene recordar que tal plan fue dispuesto por el gobierno para que los ayuntamientos pagaran a los proveedores su deuda comercial pendiente. El plan de ajuste obligaba a reducir los gastos y, en su caso, a elevar los ingresos para equilibrar las cuentas municipales, condición indispensable para que los ayuntamientos pudieran ser beneficiarios de un crédito con el que pagar las facturas atrasadas, además de aceptar la intervención del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas sobre sus cuentas. En el caso de Azuqueca de Henares el préstamo concedido ascendió a poco más de tres millones de euros, siendo  el prestamista el Banco de Santander que se llevó un interés de casi el 6% en la operación, lo cual constituyó para el señor Botín un negocio redondísimo puesto que recibía ese dinero del BCE al 1%. Dicho de otro modo, los vecinos de Azuqueca de Henares pagamos una deuda comercial que no tendríamos si la Junta hubiera devuelto lo que nos debe que, como mínimo, asciende a cinco millones seiscientos mil euros (3’5 millones reconocidos por sus servicios técnicos, más 2 millones de euros por la venta de unos terrenos y otros 78.000 por expropiaciones resultado de la construcción de la Carretera de la Vega) y lo hacemos abonando unos intereses usureros a una banca que tiene como mérito principal haber hundido nuestro país y empobrecido a la inmensa mayoría de los ciudadanos

De la aplicación del plan de ajuste se derivan dos consecuencias, una muy negativa y otra positiva: a) que los vecinos azudenses pagamos unos intereses inaceptables que tendrían mejor destino aliviando las necesidades de tantísimos ciudadanos que lo están pasando mal y b) que ha desaparecido la deuda comercial pendiente y que el período de pago medio de las facturas a proveedores era a 31 de diciembre de 2013 de 40’19 días y a 31 de marzo de 2014 de 20’75 días.

Informado el Pleno del seguimiento del plan de ajuste se iniciaba el debate sobre las mociones.

La primera era, inicialmente, una moción conjunta entre IU y el PSOE presentada a instancias de la Plataforma por la Sanidad Pública de Guadalajara, en la que se pedía la firma de un convenio de colaboración sanitaria entre las Comunidades de Castilla La Mancha y Madrid. Tal cosa es muy necesaria y nunca debió ser cambiada por Cospedal, que está empeñada singularmente en hacerle la vida imposible a las personas, puesto que obligar a desplazamientos de cientos de kilómetros a enfermos crónicos graves para ser tratados es no sólo cruel y peligroso sino antieconómico. Lo humano es, por el contrario, aprovechar las dotaciones médicas de Madrid, que las tiene entre otras razones porque es la capital de España, mucho más cercanas a nosotros que, por ejemplo, las de Albacete, que también ha de atender no sólo a los pacientes propios sino a otros de comunidades limítrofes.

A esta moción se sumaron los cuatro concejales no adscritos. En cuanto al PP, su señor portavoz, don Iluminado, presentó una moción alternativa con un texto de exculpación de su jefa, la señora Cospedal, que nada tenía que ver con el aprobado por la Plataforma por la Sanidad Pública de Guadalajara, en el que volvía a repicar el soniquete que ya aburre de la herencia recibida y otros lemas raídos.

Eso de que no hay dinero para que los enfermos de Guadalajara sean atendidos en Madrid cuando su caso lo requiera y sí lo hay, en cambio, para trasladarlos en helicóptero o en ambulancia a Toledo y a Albacete es tan irrisorio que no se lo creen ni las baldosas. Además, coincide este debate con la gracia del gobierno del PP de salvar a las autopistas quebradas, que es lo mismo que auxiliar a un puñadito de bancos y de constructoras por la módica cantidad de 2.400 millones de euros, cifra que se suma a la nimiedad de 1’4 billones de euros de dinero público concedidos a la banca a tocateja o en avales desde el inicio de la crisis. Al final de su lectura el señor Curto no tuvo inconveniente en votar a favor de la otra moción, la de la plataforma, no de la suya, con lo cual queda demostrado que los concejales del PP votan lo contrario de lo que defienden y defienden lo que les ordenan sus jefes desde Guadalajara, convenga o no a los vecinos, que eso no les importa.

Una vez aprobada por unanimidad la moción anterior se debatió otra del grupo socialista en la que se pedía a la Mancomunidad de Aguas del Sorbe (dirigida por la mayoría absoluta del PP) la moratoria en la subida de la tasa del agua mientras no funcione el enlace Alcorlo-ETAP, además de pedir la devolución de las cantidades cobradas de más a los mancomunados desde el año 2013 y que ascienden a 1’2 millones de euros aproximadamente.

Este asunto no admitía mucho debate: la MAS no habría de subir la tasa del agua un 35% aduciendo que ya funciona la conducción entre el embalse de Alcorlo y la ETAP cuando tal cosa no es cierta. Cuando entre en servicio este enlace quedaría justificado repercutir su coste en el precio del agua, pero nunca antes.

Llama poderosamente la atención que cuando el PP no gobernaba en la MAS ponía todas las pegas para impedir la muy necesaria conexión entre el Alcorlo y la ETAP, la cual no funciona aún por su desidia y que, no obstante, cobre indebidamente por ella a los municipios y éstos, a su vez, a los vecinos, como es el caso de Azuqueca de Henares. Sobre este particular, recordamos que el único concejal que votó en contra de la repercusión a los vecinos de este atropello fue el de IU, no así el resto.

En la votación IU, el PSOE y los no adscritos aprobaron la moción mientras que el PP votó en contra, en nuevo acto de obediencia a sus jefes de Guadalajara, aun cuando el cumplimiento de tal orden perjudique a los vecinos a los que el PP dice representar, lo cual no parece importarle nada a los concejales populares y ya veremos si también a sus votantes.

Le correspondía entonces el turno al PP para presentar una moción sobre los huertos sociales, tema recurrente en el que el PSOE empeñó y perdió su palabra hace casi un año, cuando prometió que estarían listos para la cosecha otoñal del 2013, constatándose que tal año no hubo ni frutos, ni tierras que labrar, ni huertos que distribuir.

En IU entendemos las razones por las que el PP presentó esta moción, aun cuando no estamos de acuerdo con el tipo de huertos que en ella defendían, más de recreo que otra cosa. Y decimos que entendemos las razones porque ha quedado acreditado que el gobierno municipal sólo se toma algunos asuntos en serio (el caso de los huertos es clamoroso) cuando es espoleado por la oposición. Por eso nos abstuvimos ante la propuesta del PP, votando los proponentes a favor y los no adscritos y el PSOE en contra.

Dicho lo anterior, parece que la cuestión de los huertos sociales ahora sí está muy avanzada. Es lo que deducimos de las explicaciones dadas por el gobierno y los técnicos municipales en una comisión de seguimiento posterior al Pleno, de lo cual nos alegramos sinceramente.

En el punto octavo del orden del día tocaba debatir la moción de IU sobre la reforma del artículo 135 de la Constitución, en la que se pedía que se volviera a la redacción original del texto, única ratificada en referéndum. Además, en la exposición de motivos de la moción se criticaba el bipartidismo que es, desde nuestro humilde punto de vista, uno de los males políticos de nuestro país que es preciso extirpar si se quiere dar una oportunidad a la regeneración que necesitamos.

Retumba hoy aquel artículo de 1918 firmado por Ortega y Gasset, titulado La expulsión de las derechas, escrito en un momento de transformación histórica, en el que el filósofo reclamaba lo siguiente: “No se trata de hacer pasar al Gobierno de las manos de unos individuos a otros. Se trata de sustituir radicalmente el eje histórico de la existencia nacional, de entregar España a otras clases y maneras de hombres”

Molestó la moción a los señores del PSOE que ahora sueltan aquello de que en España no hay bipartidismo, lo cual es negar la ley de la gravedad, que Júpiter tiene satélites o que ellos mismos existen. Los señores socialistas deben de pensar que los ciudadanos somos tontos y que nos bebemos lo que el primer aguador nos echa en el vaso, lo cual ya no ocurre después de años de crisis y de verle el entresijo al sistema que han montado con el PP, que eso es el bipartidismo, turnarse ellos con los otros y cambiarnos la Constitución una noche de agosto por la espalda y en secreto. Por eso los señores del PSOE presentaron una moción transaccional, para embarullar la petición legítima de IU y tapar sus miserias, muy nerviosos y escocidos. Pero no valieron las argucias y los camuflajes socialistas. El portavoz de IU insistió en la maldición del bipartidismo y en la estafa de una reforma de la Constitución impuesta por Zapatero y Rajoy que ha adulterado el texto hasta el punto de hacerlo irreconocible, inservible. Además, Alvarado les recordó a ambos partidos los amigotes que tienen sentados en los consejos de administración de las eléctricas y gasísticas, que no hay dedos suficientes en las manos para contarlos, cobrando el que menos de ellos unos 100.000 euros al año, mientras tales empresas cortan la luz y el gas a los pobres sin que se les caiga la cara al suelo. Pero no sólo hay usurpación, mangoneo y puertas giratorias en estas empresas para el bipartito porque el PSOE y el PP ocupan el resto de las instituciones del Estado, que ambos partidos las tienen copadas, irreconocibles y de espaldas al sentir del pueblo.

Ni el señor Bellido ni el señor Curto movieron un músculo cuando se les leyó la nomina de amiguetes a sueldo que mantienen sus partidos en las multinacionales de la energía, ni tuvieron arrestos para mandarlos a esparragar, lo que hubiera sido de ley.

La diferencia entre Curto y Bellido es que el primero es un concejal de trinchera, un mandado al que no se le ocurre manifestarse contra la desigualdad mientras que Bellido es un mandante, un jefe del PSOE que, además, se manifiesta contra la desigualdad cuando le interesa. Desesperado por lo incómodo del asunto, el portavoz del PSOE, Escudero, quiso defender la defenestración de la Constitución, que no reforma, perpetrada por su camarada Zapatero diciendo lo que ya no se atreve a sostener ni la caverna constitucionalista: que dicha reforma no va contra el artículo 1.1 y que en este bendito país no se ha sustituido el Estado social por el régimen neoliberal.

En la votación IU se quedó sola y a mucha honra. El PSOE y el PP votaron en contra y juntísimos como aquella noche de agosto en la que nos robaron la ley fundamental, porque ese es un rasgo del bipartidismo: defender lo que le da la vida aun cuando tal cosa vaya contra los ciudadanos. Los no adscritos se abstuvieron.

Quedaba una última moción por debatir, esta vez de los concejales no adscritos, en la que se pedía que la asistencia de los cargos públicos al consejo de cooperación no fuese acreedora del pago de dietas y que quienes las hubieran cobrado indebidamente (en este caso del PP) las devolvieran. La moción fue aprobada por unanimidad porque tal extremo, el cobro de dietas por parte de algún concejal en esta comisión, fue fruto del error y que, como tal, los errores se corrigen.

Finalizando el Pleno, el gobierno introdujo por urgencia un tema muy importante: la ampliación del cementerio y el inicio de los trámites para que nuestra ciudad cuente con un tanatorio. En el turno de debate la posición de IU quedó fijada con completa nitidez. Por un lado, nos parece muy necesario ampliar el cementerio, cosa que venimos pidiendo desde la anterior legislatura cuando menos. Y en cuanto al tanatorio, también. Lo que no es aceptable es que el gobierno presentara este asunto, con una concesión a 50 años de por medio y con un gasto de más de 255.000 euros, cinco horas antes del Pleno, sin dar lugar a que la oposición pudiera estudiar el tema con la atención debida. En estas condiciones de una precariedad extrema la abstención nos pareció lo más prudente, a la espera de que en el pliego de condiciones podamos ver por dónde discurren los planes del gobierno. En cuanto al resto de concejales, los del PSOE y los no adscritos votaron a favor y los del PP se abstuvieron.

Terminó el Pleno con la despedida del Secretario Municipal, que regresa a su patria chica, a tierra irmandiña de revueltas populares, para desempeñar el cargo de interventor en Monforte de Lemos. Don José María Baños Campo, en una intervención que no pasará al olvido, se lanzó a cantar unos versos sentidos que fueron la admiración de los presentes y con los que se cerró el Pleno de marzo. Que le vaya muy bien. De corazón.