El juez Ruz, tras años de arduo trabajo a partir de una querella presentada por IU y a pesar de los impedimentos y trabas del PP (con destrucción de discos duros incluida), ha terminado su investigación y redactado un auto de casi doscientas páginas en el que afirma lo siguiente:
1. Que el PP se ha financiado ilegalmente con dinero negro al menos durante 18 años, desde 1990 hasta el año 2008.
2. Que el PP mantuvo, por tanto, una contabilidad paralela o caja b durante, al menos, esos 18 años, en la que se troceaban las cantidades ilegalmente recibidas con el fin de ocultarlas, todo lo cual constituye un delito continuado de falsedad contable, al que se sumaría la apropiación indebida.
3. Que los papeles de Bárcenas reflejan la verdad contable del PP y que son los papeles del PP.
4. Que el dinero negro donado ilegalmente procedía de grandes constructoras y contratistas de administraciones gobernadas por el PP que, por serlo, no podían ser donantes: SANDO, AZVI, OHL, SACYR-VALLEHERMOSO, CONSTRUCTORA HISPÁNICA, ALDESA, CONSTRUCCIONES RUBAU, DEGREMONT IBÉRICA, FCC, CYOPSA, LICUAS, ROMERO POLO, COPASA, BRUESA y URAZCA.
5. Que las cantidades ilegalmente recibidas sumaron casi 4’9 millones de euros y que el PP no tributó por ellas a Hacienda, por lo que cometió un delito fiscal continuadodurante esos 18 años.
6. Que el dinero ilegalmente obtenido por el PP se dedicó a pagar sobresueldos (no declarados por los receptores, entre ellos Rajoy, presidente del PP y aún del gobierno de España), campañas electorales (lo cual constituye delito electoral), a remunerar a abogados, catedráticos y presentadores de televisión, a la compra de dos sedes del partido, una en Vizcaya y la otra en La Rioja, y a las millonarias obras de remodelación de la sede central de la calle Génova.
7. Que la última campaña electoral del PP en Castilla-La Mancha, la que llevó a Cospedal a la presidencia de nuestra Comunidad Autónoma, se financió con al menos 200.000 euros ilegales (delito electoral) donados por la empresa SUFI (dependiente de Sacyr-Vallehermoso, uno de los grandes donantes ilegales del PP), encargada del servicio de recogida de basuras en la ciudad de Toledo, por entonces gobernada por el PP, asunto al que indiciariamente se puede añadir un delito de prevaricación.
8. Que la empresa amiga del PP a la que pagó en negro para reformar la sede central de la calle Génova también ha cometido dos delitos fiscales, al no declarar los ingresos de la obra, que ascendieron a más de 1’5 millones de euros.
El juez Ruz ha hablado. Sólo queda juzgar el caso, cuanto antes y justamente. Surgen las preguntas inevitables: ¿qué tiene que pasar para que el PP se hunda? y ¿cuál es el diámetro de las tragaderas del votante medio del PP?
Gracias a la querella de IU queda acreditado que un grupo de empresas contratadas por el PP con el dinero de los contribuyentes, le regalaron 4’9 millones de euros en pagos secretos, ilegales y en negro. ¿A cambio de qué? La pregunta ofende por cándida: pues de favores y otra ristra de vilezas y delitos.
¿Qué dicen las empresas corruptoras? Callan culposamente. No se olvide que en la corrupción es necesario que haya corruptos y corruptores y que tan necesario es el que soborna como el que se vende con ánimo delictivo.
Andan los del PP como locos sosteniendo que los donativos no tributan, lo cual eliminaría el delito fiscal. Por eso se comparan con el cepillo de la iglesia o con una ONG que ayudara al prójimo, por más que el juez Ruz les haya recordado en el auto que las donaciones que no tributan son las legales y no las suciedades que proceden del dinero negro de las empresas del ladrillo que tienen contratos con la administración.
No es que el PP tuviera a unos ladrones en su seno que se lo llevaron crudo para ellos, que también. Es que el PP, según Ruz, ha sido durante casi veinte años una organización dedicada a delinquir con una metodología propia, con una idiosincrasia peculiar, con una firma inconfundible.
Quedan por cerrar las investigaciones sobre el PP a partir del 2008. Nos esperan tardes de gloria puesto que lo que ya se sabe está en consonancia con su pasado delictivo.
Sólo un país como España puede soportar un maltrato así.