El fomento de la participación ciudadana es una obligación que los gobiernos deben desarrollar como derecho reconocido en el marco jurídico. Pero es también una necesidad en la medida que los gobiernos, y en especial los gobiernos locales, no pueden hacer frente solos a las complejas transformaciones sociales frente a las que nos encontramos.

Cada vez más es necesaria la implicación y trabajo coordinado entre los y las diferentes agentes sociales. Es en este marco donde los gobiernos locales pueden ejercer un papel importante en el liderazgo de los vínculos y relaciones entre los diversos actores implicados en los nuevos y viejos retos sociales, con el fin de orientar los cambios que nos permitan construir pueblos y ciudades más cohesionados y más sostenibles, social, económica y medioambiental. Sólo con una participación real y efectiva de nuestra ciudadanía se construirá un territorio cohesionado, integrador e innovador, capaz de transformar la diversidad, la interculturalidad en riqueza y motor de progreso. De ahí la importancia de que las vecinas y vecinos se involucren en la vida del municipio para establecer estrategias con el gobierno que permitan construir acuerdos que redunden en beneficio del interés general.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte hemos observado como en nuestro municipio, mucho de los órganos de participación han perdido su razón de ser, dejando de ser independientes para convertirse en instrumentos que responden a los intereses del gobierno de turno.

Por esta razón Izquierda Unida manifestaba ayer mismo su intención de abandonar el Consejo Local de Igualdad.

Pinche aquí si desea conocer el comunicado que personalmente trasladaron nuestros concejales al Consejo Local de Igualdad.