“El equipo de gobierno de Blanco ha decidido gastar 12.000 euros en el II Plan de Igualdad, un documento de treinta ocho páginas (trescientos quince euros cuesta cada página), que no es más que una sucesión de obviedades y que no aporta nada nuevo a lo que ya teníamos”, así de contundentes se muestran los ediles del grupo municipal de IU.
El gobierno de Blanco ha optado a lo largo de esta legislatura por contratar los servicios de consultoras para redactar cualquier documento. Por la redacción de un reglamento de contratación se pagó 14.000 euros, por la del primer documento para la estrategia DUSI y con el que no pasaron ni siquiera la nota de corte otros 10.000 euros, 18.000 euros por el segundo documento de la misma estrategia y ahora 12.000 euros por un Plan de Igualdad, que según dice la portavoz del Equipo de Gobierno, la señora Bravo, se trata de un “borrador abierto”. ¿Desde cuándo se paga por un borrador que no es más que un calco de los planes de otros ayuntamientos 12.000 euros? ¡Cómo se nota que paga el pueblo! La señora Bravo debería haber aceptado la propuesta que le hicimos desde Izquierda Unida de ser ella quien abonara semejante cantidad y así todos tan contentos.
Lo que han presentado es un documento en el que muchos de los párrafos son copias literales de planes de igualdad de otros municipios y del propio Plan Estratégico para la Igualdad de Oportunidades de hombres y mujeres de Castilla-La Mancha 2011-2016, en el que no se cita el marco legal al completo, en el que abundan faltas de ortografía y de puntuación y lo más grave, que no ha contado con el apoyo de las asociaciones de mujeres de la localidad puesto que la participación ciudadana en este municipio dejó de existir hace mucho.
Le hemos hecho saber al gobierno de Blanco en multitud de ocasiones que el fomento de la participación ciudadana es una obligación que los gobiernos deben desarrollar como derecho reconocido en el marco jurídico.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte los órganos de participación de nuestro municipio han perdido su razón de ser, dejando de ser independientes para convertirse en instrumentos que responden a los intereses del gobierno de turno. Por esta y muchas otras razones, el tejido asociativo ha dejado de asistir a ellos y muy concretamente al Consejo de Igualdad al que ya no va nadie.
Desgraciadamente, la Concejala responsable del área de Igualdad, en vez de haber tenido en cuenta nuestra advertencia, ha preferido hacer oídos sordos y malgastar el dinero de los contribuyentes destinando 12.000 euros a la obtención de un documento que no es más que “un copia y pega” de otros planes de igualdad.
Con esta decisión no ha hecho más que disminuir la partida destinada a poner en marcha políticas efectivas de igualdad entre hombres y mujeres y con las que combatir también la violencia de género que es lo que nos importa.
Todavía está a tiempo la señora Bravo de reembolsar los 12.000 euros a las arcas municipales.