IU agradece a la ciudadanía el respaldo recibido en las elecciones locales.
La campaña de IU ha recaído completamente en sus candidatos y candidatas, en la militancia local y sus simpatizantes sufriendo el veto casi completo de los medios de comunicación.
Nos hemos presentado sin dopajes, respetando siempre las reglas marcadas por la ley electoral, no como otros que comenzaron la campaña meses antes sin que estuviera permitido, exponiendo sus fotos en escaparates para que todo el mundo supiera a quién tenían que votar. A eso se le suma, el refuerzo de la seguridad y de la limpieza de las calles que ha puesto en marcha en los últimos meses en vísperas de las elecciones, cuando ambos temas no le ha importado lo más mínimo durante los cuatro años de legislatura.
No hemos comprado voluntades regalando paraguas, ni árboles, ni helados porque entendemos que los problemas del municipio no se resuelven con prebendas y sí con una buena gestión. Tampoco tenemos a familiares al frente de asociaciones para tener controlada a cierta parte del electorado ni ofrecemos cafés ni bocadillos el mismo día en el que se celebran las elecciones. Es una falta de ética que indica la calaña de algunas personas.
A estas injusticias se añade la canallada, de nuevo, de la irrupción de una candidatura oportunista y falsaria que, fusilando programas y eslóganes ajenos, intentaron obtener unos 800 votos y un acta de concejal. Afortunadamente, lo impedimos.
A pesar del éxito electoral en las municipales seguimos siendo una fuerza pequeña. Quizás tenga que ver con el hecho de que somos gente de principios, de valores, que no nos dejamos arrastrar por modas y tacticismos, resultando que nuestro programa, por más que sea justísimo y conveniente, no ha profundizado aún en las creencias de la mayoría.
Somos de izquierdas, no renegamos de nuestra tradición obrera, de la lucha contra la dictadura, del republicanismo y del Estado laico. Esa es nuestra esencia, a la que se unen las peleas del presente, los nuevos movimientos emancipadores, el ecologismo, la defensa de lo público, el combate contra la corrupción y la reivindicación sin matices de los derechos y las libertades de los seres humanos.
Sabe la ciudadanía que sabemos gobernar porque ya lo hemos hecho con completa honradez, sin despilfarros y a favor del interés general. No somos un experimento.
También sabemos estar en la oposición porque nuestro objetivo no cambia. Queremos superar esta sociedad injusta y construir un mundo mejor para nuestros hijos, nada menos. Azuqueca, también necesita ese cambio.
A partir de ahora nuestra guía será, como siempre, nuestro programa. Nos consagraremos a su defensa porque para eso hemos sido elegidos por 1919 personas. Gracias.