Los ediles del grupo municipal de Izquierda Unida votaban en contra de los presupuestos de Blanco al considerar que en un momento de crisis donde las familias trabajadoras sufren sus consecuencias, se mantiene la misma presión fiscal, se reduce el gasto social y se aumenta el gasto superfluo.

Según ha explicado la portavoz del grupo, María José Pérez Salazar, su formación considera  inadmisible que en un momento de crisis como el actual en el que la inflación, que se sitúa en el 10%,  asfixia a los hogares, en los que más de la mitad de la renta se va en los gastos de la casa y la cesta de la compra, descuadrando así las economías familiares, José Luis Blanco apruebe unos presupuestos en los que se contempla un aumento de la presión fiscal, 2.000.000 de euros para las partidas de fiestas, millones de euros en inversiones innecesarias y una reducción considerable del gasto social.

La edil ha proseguido afirmando que muchos de esos hogares se encuentran en una situación de pobreza severa, que después de la pandemia, seis de cada diez familias tuvieron que recortar sus gastos por no llegar a fin de mes y que la mitad de ellas acabarán haciéndolo en consumos básicos como la alimentación, la ropa y el calzado, porque la llegada de esta nueva crisis les asfixia. A todo esto se le añade que los salarios están congelados y debido a ello se ha producido una brutal pérdida de poder adquisitivo.

Pérez considera que eso es lo que tiene que contemplar una Administración a la hora de elaborar unos presupuestos, la situación en la que se encuentra  la ciudadanía y olvidarse de una vez por todas de su rédito electoral. El presupuesto del municipio es, sin duda, el documento estratégico más importante para llevar a cabo la asignación de recursos y no para despilfarrar el dinero de los contribuyentes que bastante esfuerzo les supone el cumplir con sus obligaciones tributarias.

Señala a su vez que muchas de las partidas de los presupuestos del ejercicio 2021 no se han ejecutado, que la mayoría de las inversiones tampoco se han realizado (La Casa de la Cultura, mejora del parque de La Quebradilla, mejora de la señalización vial, etc.…) y que muchos de los compromisos adquiridos para paliar los estragos de la Covid-19 no han sido cumplidos (ayudas a pymes y autónomos, vivienda social, bonificaciones en el IBI, etc.).

 Además, tilda de muy delicadas las advertencias que hace el Departamento de Intervención municipal en los informes de los resultados del control interno de ejercicio 2021. En esos informes se pone de manifiesto explícitamente entre otras cuestiones, la falta de un exhaustivo control financiero en este Ayuntamiento porque no hay personal suficiente en el Departamento, la falta de legalidad en las contrataciones de personal, la prosecución de la tramitación del procedimiento de contratación en algunos contratos a pesar de la existencia de informe jurídico negativo por haber otros expedientes en tramitación con el mismo objeto,  el uso excesivo de la figura de la contratación menor, cuando debería emplearse de manera puntual y la falta de control en la justificación de las subvenciones.

La portavoz de la formación de izquierdas considera que en momentos de crisis en el que las familias están sufriendo una fuerte merma adquisitiva, las políticas debe ser otras que pasan necesariamente por una congelación de los impuestos, tasas y precios públicos, por un aumento considerable del gasto social para atender al conjunto de la ciudadanía y por una reducción importante del gasto superfluo. Por lo que lamenta que un gobierno que dice ser socialista haga todo lo contrario: inversiones inoportunas, gasto superfluo desorbitado, posible aumento de la presión fiscal (impuestos, tasas y precios públicos).