Al hablar de memoria se hace inevitable hablar de camino. Pues son derroteros todos aquellos rumbos y medios tomados a un fin propuesto, que en este caso convergen en la verdad, la justicia, el reconocimiento y la reparación.
Caminos no solo los metafóricos, como bien conocen nuestros parientes almerienses, franceses, gallegos o catalanes, entre otros, que al paso de los años han ido convirtiéndose en aquella figura artificiosa que comenzó en la Época Clásica con la leyenda del laberinto de Creta y que llegó a nuestros días a través de la transformación de la Ley de Memoria Histórica en la actual Ley de Memoria Democrática. Escribía Italo Calvino que el laberinto es la imagen de un mundo donde es fácil perderse y desorientarse, pero a la vez es un reto para encontrar la orientación perdida, con lo que esto supone un ejercicio destinado a fortalecer nuestro instinto de supervivencia (Punto y aparte, 2013).
Si bien queda mucho camino por recorrer, la llegada al centro del laberinto de la deuda histórica con nuestros vecinos azudenses ha supuesto una meta para llegar a la reparación como fin último. Pero como referencia a Italo Calvino, el ejercicio de orientación ha sido comulgado no solo por la Asamblea Local de Izquierda Unida de Azuqueca, sino con todos aquellos vecinos que, aunque sea solo una vez, desde el año 1978 se acercaron para aportar información y fotografías, charlas o simplemente acompañamiento con las que no perder el rumbo.
El pasado noviembre de 2022 con la reciente aprobada Ley de Memoria Democrática, se debatía a propuesta del PSOE adherirse a la conmemoración de todos los próximos días 31 de octubre (día fijado por la propia Ley) como “Día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra y la Dictadura”. Por entonces, defensor de la moción Rodrigo Vasco Blas, concejal de Izquierda Unida en el Consistorio azudense, junto a sus compañeros, María José Pérez Salazar y Edgar Fernández San José, solicitó que nuestra Administración Local diera un pasó más y adoptase los siguientes acuerdos: reconocer al total de represaliados azudenses, la revisión de los símbolos del régimen, así como el anuncio del apoyo explícito a todas las familiares víctimas de los sucesos sobre bebés robados. Esta propuesta dio lugar al apoyo de un total de 14 votos a favor (PSOE – IU), 3 abstenciones (Ciudadanos y Vox) así como los 3 votos en contra del PP.
Llegados a 2023, con un Gobierno de coalición entre PSOE e Izquierda Unida, este acuerdo firmado un año antes no podía quedar en el olvido. Por primera vez, acercándonos al centro del laberinto, el 31 de octubre de 2023 se realizó el primer acto institucional como homenaje a todos los represaliados azudenses, un total de 71 y a sus familiares. Este humilde gesto supone un importante paso en la reparación y reconocimiento de este trágico hecho, que ha supuesto el reconocimiento legal y político de todos y cada uno de los vecinos y vecinas, víctimas de la represión, y a quienes se les dedicará un parque como recuerdo a todos ellos.
Izquierda Unida recordó y recordará siempre a sus vecinos fallecidos, a la vez que apoya al Foro por la Memoria en su intento para que todos los archivos dependientes de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes incluyan una diligencia en todos los expedientes afectados por el artículo 5 de la Ley de Memoria Democrática «sin necesidad de que sea solicitada por los afectados o sus familiares». El homenaje contó con la asistencia de los grupos cogobernantes, así como las asambleas de estos y los familiares de los represaliados.
Por primera vez, los 15 vecinos fallecidos durante el régimen fueron reconocidos y pronunciados en la Casa Consistorial y, si ya lo hicimos proponiendo los acuerdos en 2022, volvemos a rendir homenaje a todos y cada uno de ellos:
Saturnino Carlero Ruano, Saturnino de la Cruz Yela, Leocadio Jiménez Retuerta, Felipe del Olmo Montesinos, Pablo Oter Andradas, Enrique Plaza Asenjo, Fermín Romo de la Riva, Eugenio Sánchez Cogollor, Mariano Taravillo Martínez, Román Taravillo Martínez, Jesús Tortuero Silvestre, Jesús Vera Saldaña, Carmen Cogollor Rubio, Lucia Plaza Asenjo y Ramón Segundo Martínez Santamaría.
Se hace camino al andar, escribía Machado, quien inspira el gen de la esperanza y la consistencia, pero una vez en el centro solo queda salir del mismo para continuar la senda que jamás se ha de volver a andar y hasta la salida del laberinto, solo queda seguir luchando por el cumplimiento de todos los acuerdos de la moción, el homenaje público, la memoria y la definitiva reparación. Se lo debemos a las víctimas.