Tal y como ha expresado Naciones Unidas, el mayor desafío actual en materia de derechos humanos en el mundo es acabar con la desigualdad entre mujeres y hombres y con su más salvaje exponente, las violencias machistas. Este debe ser un reto para toda la sociedad, sus entidades, instituciones y para las administraciones públicas.

La igualdad de género sigue siendo el mayor reto en materia de derechos humanos. Invertir en ello es fundamental para construir una sociedad inclusiva.

Cada 8 de marzo, la celebración del Día Internacional de las Mujeres nos da ocasión de reivindicar la lucha por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, hacer balance de sus logros y mirar hacia lo que nos queda por alcanzar.

Aunque se han producido indudables progresos en la participación de las mujeres en la vida pública y en los órganos de representación, siguen teniendo dificultades para los ascensos y promociones a puestos de responsabilidad, lo que limita sus posibilidades de mejora salarial

Sigue habiendo una injusta distribución de los cuidados que sostienen la vida, mayoritariamente sobre los hombros de las mujeres, que son quienes dedican más horas diarias y se responsabilizan de las excedencias por cuidado de familiares.

Es importante indicar que se han producido avances indudables en el acceso al empleo de las mujeres, pero subsiste una brecha de diez puntos con respecto a la tasa de empleo masculina. Es indudable que las recientes reformas laborales han favorecido la estabilización y reducido la precariedad laboral, pero sigue habiendo mayor presencia involuntaria de mujeres en empleos a tiempo parcial (las mujeres suponen el 75% de la población asalariada a jornada parcial) con la reducción salarial que ello conlleva.

En la lucha por una sociedad libre de violencias machistas, 2023 fue un año muy duro: 53 mujeres fueron asesinadas en España.

En definitiva, tenemos motivos para celebrar este 8 de marzo, pero también para seguir trabajando por la equidad de género, que sólo podrá lograrse con la apuesta firme de las administraciones competentes.

No permaneceremos impasibles. No podemos permitirnos dar pasos hacia atrás, ni consentir posturas reaccionarias que perjudican la calidad democrática de nuestro país. Seguiremos denunciando y oponiéndonos a los intentos de desmantelar las Políticas de Igualdad y de anular los derechos conquistados. Celebremos este 8 de marzo con toda su fuerza reivindicativa, alzando nuestras voces hasta conseguir esa igualdad real.