En este 1º de mayo de 2009, Fiesta Internacional de los Trabajadores, nos encontramos en una de las mayores crisis económicas de las últimas décadas. Se trata de una crisis del sistema capitalista, un sistema injusto que ha fracasado tanto en lo económico como en el desarrollo de los derechos sociales y en la salvaguarda del medio ambiente.

El paro, la desigualdad, la explotación de los países emergentes, la pobreza y la enfermedad se están incrementando vertiginosamente. La miseria se ha feminizado aún más y los derechos sociales se han reducido. La democracia ha retrocedido y la guerra se presenta en el escenario mundial como solución a los problemas políticos. En España la crisis está golpeando a los trabajadores con especial rigor. Más de 4 millones de parados y una importante reducción de la demanda, que está llevando a la recesión, caracterizan la situación. Es el triste balance del neoliberalismo que se presentó falazmente como la gran solución capitalista a los problemas de la Humanidad. Una solución hoy fracasada en lo económico y en lo político.

Ante este escenario, las medidas adoptadas por el Gobierno son ineficaces. El paro sigue aumentando, la destrucción de empleo se acelera, más de 1.100.000 trabajadores y trabajadoras no tienen ya ningún tipo de prestación económica que mitigue su situación de desempleo, un millón de familias tienen a todos sus miembros en paro. El Gobierno del PSOE se preocupa fundamentalmente de comprar los activos tóxicos de la Banca privada y de avalar las operaciones de refinanciación de la deuda que tienen con inversores extranjeros, consecuencia fundamentalmente de la especulación inmobiliaria. Sin embargo, los recursos públicos que se están destinando a crear empleo e impulsar la economía real son muy limitados.
Espoleada por la ineficacia de las medidas del Gobierno, la gran patronal, poco preocupada por la situación de las pequeñas y medianas empresas y de los trabajadores autónomos y arropada por la mayor parte de los medios de comunicación y por los pronunciamientos del Gobernador del Banco de España, lanza una campaña de presión y chantaje destinados a disminuir los salarios reales, facilitar y abaratar el despido, atacar el sistema de pensiones públicas y recortar los derechos de los trabajadores. El Partido Popular secunda esta ofensiva y propone como medidas contra la crisis una mayor desregulación de las relaciones laborales, la disminución de impuestos para los más ricos y el recorte del gasto público que conducirían a la quiebra de los servicios públicos y las prestaciones sociales. Son las mismas medidas que han estimulado la crisis.
Izquierda Unida exige al Gobierno que haga frente con firmeza a esta ofensiva de la derecha, y que adopte las medidas necesarias para utilizar la inversión pública que sea necesaria para crear puestos de trabajo, proteja a parados y paradas, apoye la demanda para facilitar la reactivación económica y ayude a resolver los problemas de liquidez de de las pequeñas empresas y los autónomos.
La crisis del sistema capitalista no tiene salida positiva sin cambios importantes en el actual modelo de producción. En España en particular, estos cambios deben ser urgentes y profundos. No es posible retornar a un modelo fracasado, basado en la especulación inmobiliaria y en los servicios de poco valor añadido, en los bajos salarios y la contratación precaria, en servicios sociales privatizados y de limitadas prestaciones.
Es preciso un nuevo modelo que asegure el pleno empleo de calidad, un cambio en el concepto de desarrollo que lo haga compatible con la sostenibilidad. Un modelo que asegure el derecho a la vivienda, la igualdad de hombres y mujeres, el mismo trato a inmigrantes que a nativos y donde la educación, la salud, la atención a la dependencia, la protección a los parados y paradas, la garantía para todos de unas condiciones dignas de vida y las pensiones estén consolidadas y sean exigibles. Un modelo donde los trabajadores participen en el control de la gestión de las empresas y donde la planificación democrática de la economía sea parte del ordenamiento legal.
Para construir ese modelo son necesarias medidas como la reducción de la jornada laboral a 35 horas, la puesta en marcha de una banca pública, una reforma fiscal que haga pagar más a quienes más tienen, la creación de un fuerte y eficaz polo público en los  sectores estratégicos de la economía -el energético, entre otros- y el apoyo a la economía social.
El sistema capitalista está cuestionado por la crisis. Frente a ello hay que recuperar la política. Política entendida como la gestión democrática de los intereses de la mayoría. Política entendida como el gobierno de los hombres y mujeres sobre el mercado. Política entendida como la participación efectiva de la ciudadanía en los asuntos públicos.
Izquierda Unida propone una salida de la crisis que alumbre una nueva sociedad en la que los intereses de la mayoría sean prioritarios frente a cualquier tipo de beneficio privado.
Este 1º de mayo se celebra en la antesala de las elecciones europeas. La construcción europea que se ha impuesto hasta ahora ha sido coherente con las políticas neoliberales que han fracasado. PP y PSOE han apoyado juntos la mayor parte de las medidas y los tratados que han llevado a Europa al callejón sin salida en el que se encuentra. Es necesario un giro radical en el proceso de construcción de Europa para que frente a la Europa del capital pueda emerger una Europa de los ciudadanos, una Europa de los derechos sociales, del empleo y del desarrollo sostenible, una Europa de paz.
La derecha genera un ambiente de crispación inútil que favorece la abstención y evita el auténtico debate político que está hoy planteado en Europa.
Las elecciones europeas son muy importantes para la salida de la crisis. Más y mejor trabajo se resuelve en Europa, la reforma fiscal, los servicios públicos y los derechos sociales se resuelven en Europa. Izquierda Unida llama a todos los ciudadanos a participar en estas elecciones y a apoyar a quienes plantean también en Europa un modelo alternativo de salida de la crisis.
Izquierda Unida considera que sólo mediante la movilización, tan sólida y generalizada como sea posible, incluida la Huelga General, conseguiremos el giro necesario en la política del Gobierno para lograr una salida de la crisis favorable a los trabajadores.
Izquierda Unida llama a todas y todos a convertir este 1º de mayo en una fecha decisiva en la lucha contra la crisis, participando en las manifestaciones y movilizaciones organizadas por las centrales sindicales. Es precisa una gran presencia en las calles y plazas para derrotar las políticas de la derecha y abrir el camino a otras soluciones para la crisis.
Izquierda Unida convoca a todas y todos a participar en las movilizaciones que se están desarrollando en todo el Estado español frente a la crisis y, especialmente, en la manifestación convocada por la CES el próximo 14 de mayo en Madrid en la que se movilizarán unidos los trabajadores españoles, portugueses y franceses, frente a la crisis y por el empleo, la reactivación de la economía y los derechos sociales.
Por el empleo y la mejora de los salarios y las pensiones, por la garantía de protección a los parados, por la igualdad y la no discriminación, por la salud y la seguridad en el trabajo, por el apoyo a la economía productiva, por el derecho a la vivienda, por una salida de la crisis favorable a los trabajadores.
Un 1º de mayo de movilización y lucha por nuestros derechos