Casi dos meses después del traslado del mercadillo, Izquierda Unida cree que ha llegado el momento de hacer un balance sobre esta decisión. Y para hacerlo, nada mejor que sea nuestro Concejal responsable del mercadillo, Emilio Alvarado Pérez, el que nos cuente cómo se organizó este cambio y sus impresiones sobre su funcionamiento actual.

Según Alvarado, «el miércoles día 4 de febrero se produjo el traslado del mercadillo a la Avenida de Alcalá. El traslado era muy necesario por diferentes razones. En la ubicación tradicional, en las inmediaciones de El Foro, el mercadillo producía un embotellamiento muy molesto de todas las calles adyacentes que, por otra parte, tienen una de las densidades de población más altas de Azuqueca de Henares. Este colapso de las calles producía no sólo la incomodidad de clientes y de vendedores sino que también comprometía la seguridad de los vecinos en el caso de que tuvieran que recurrir en día de mercado a cualquier servicio de emergencias como bomberos, ambulancias y policía. La escasez de espacio también repercutía en la falta de aparcamientos y en la imposibilidad de admitir más puestos para completar la oferta del mercadillo. Dicho en pocas palabras, el mercadillo estaba comprimido por el Barrio de las Torres y el Barrio de las Torres era comprimido por el mercadillo».

Una vez admitido que el traslado era inevitable, Alvarado apunta que «había que buscar un lugar alternativo que fuese amplio, con aparcamientos cercanos, que no comprometiera la seguridad de los vecinos, que no implicara cortar el tráfico de todo un barrio y, si fuese posible, dentro de la trama urbana para facilitar los desplazamientos a pie. Estos eran nuestros criterios, también los del resto del equipo de gobierno y, por supuesto, los de la policía local, con lo que determinamos que el lugar ideal para situar el mercadillo era el tramo de la Avenida de Alcalá frente al Parque de la Quebradilla. Una vez que tuvimos clara la decisión convocamos a varios representantes de los vendedores para explicarles las razones que aconsejaban el cambio así como el lugar que proponíamos. Enseguida hubo un buen entendimiento ya que los comerciantes, al margen de la inquietud que siempre produce todo cambio, admitían que el mercadillo no podía seguir en la parte baja del pueblo y que el nuevo emplazamiento les parecía ventajoso. Superadas felizmente las consultas nos pusimos manos a la obra para ejecutar el traslado. Y para ello contamos con la colaboración de la concejalía de desarrollo sostenible que autorizó la gratuidad temporal del autobús urbano las mañanas de mercadillo, también el apoyo de la concejalía de seguridad que, a través de la policía local, hizo un seguimiento de todo el proceso de mudanza desde la elaboración de los planos hasta la asignación de los nuevos puestos y, finalmente, la ayuda inestimable de las concejalías de infraestructuras y de servicios bajo la dirección del segundo de nuestros concejales, Victorio Calles Luengo. Desde la Concejalía de Infraestructuras se habilitó una gran zona de aparcamiento y se construyeron dos aseos para hacer más cómodas las compras de los vecinos; y desde la Concejalía de Servicios se adquirió una compactadora para facilitar la recogida de los residuos, especialmente de la fruta y de la verdura. Además, redactamos cartas explicativas que fueron entregadas en mano los dos miércoles anteriores al traslado tanto a los comerciantes como a los clientes para informarles de nuestra decisión».

Así se organizó un traslado que hoy nos permite tener un mercadillo con más puestos que antes (de 75 a 84) y con la posibilidad de realizar una ampliación posterior, más desahogado, más seguro, con aparcamientos y, sobre todo, más cómodo para todos, clientes y vendedores. Y todo ello sin discusiones absurdas, a salvo de críticas facilonas y sin aspavientos. Este es un ejemplo de cómo trabajan los concejales de Izquierda Unida, con humildad, seriedad y defendiendo el interés general.