El 8 de marzo de 2012, día de la mujer trabajadora y de todas las mujeres que, día tras día, luchan por romper las barreras de desigualdad entre ambos sexos, el Gobierno del PP llevará al Congreso el Decreto de una reforma, la laboral, calificada por ellos mismos de agresiva, con la que se pretende implantar un modelo esclavista que pone fin definitivamente al ya debilitado Estado de bienestar.
Esta reforma laboral unida a las medidas de ajuste, a los recortes en gasto social e inversión y a la reforma de la Ley del aborto, asesta un duro golpe a las políticas de igualdad, produciendo una involución que devolverá de nuevo a la mujer al ámbito doméstico, dando al traste con las luchas y reivindicaciones de las mujeres que llevaron a cabo durante décadas para la obtención de una igualdad efectiva.
Este 8 de marzo tenemos motivos suficientes para manifestar nuestro más rotundo rechazo a la situación actual: a la crisis económica provocada por los mercados financieros, que están generando un grave desequilibrio entre clases sociales y que se ceba vilmente en mujeres y jóvenes, y al recorte de conquistas sociales, materiales e institucionales iniciadas ayer por el Gobierno del PSOE y endurecidas hoy por el Gobierno del PP.
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