En lo que va de legislatura pocos plenos han sido sosegados. Esta falta de tranquilidad se explica porque la crisis daña a nuestro municipio y provoca problemas de urgencia social que no se atienden como sería menester, a lo que se une la ejecutoria de un gobierno, el del señor Bellido, más preocupado por aparentar lo que no es que por ser lo que aparenta.

No se libró el pleno de enero de esta regularidad tan desagradable, que por cumplirse apunta a ser costumbre.

Comenzó el pleno con la relación de puestos de trabajo, que fue aprobada con los votos del PSOE, la abstención del PP y el voto en contra de IU. El portavoz de IU, Alvarado, rechazó la RPT porque el gobierno municipal se obstina en no contemplar en la última valoración 19 puestos de trabajo que se desempeñan a diario por empleados municipales y que, por tanto, son reales, verdaderos, ciertos (ayudante de mecánica, operario conductor de barredoras, profesor de danza o de música, operario de electricidad, etc.,) además de otros dos (conserje tramoyista y responsable del servicio de atención al ciudadano) que carecen de ficha y de valoración, por más que también se ejerzan de continuo. El gobierno dirá en su descargo que esto viene de atrás, de otras legislaturas, pero si lo hace debería reconocer también que la responsabilidad sobre el personal municipal siempre fue ejercida por concejales de su partido que se han negado a aceptar lo que es una obviedad: que los puestos existen y que, por tanto, deben reconocerse como corresponde.

Por más que la RPT era manifiestamente incompleta fue aprobada por la mayoría absoluta del PSOE. Es lo que tiene sumar la mitad más uno en democracia, que se aprueba lo que se tercia aun cuando lo aprobado merezca el suspenso.

Votado este punto, tocaba debatir y discutir el tema más relevante del pleno, que era el presupuesto municipal.

El gobierno presentó un presupuesto que ascendía a 26.228.000 euros, con dos partidas de gasto a las que les concedía la mayor relevancia: un plan de empleo municipal por valor de 500.000 euros y un programa de refuerzo alimenticio en escuelas por otros 100.000 euros. Del resto de partidas el gobierno habló poco y de las más problemáticas nada, en la esperanza, suponemos, de que pasaran desapercibidas. Afortunadamente o fue el caso.

En su intervención y como cuestión previa, el portavoz de IU denunció que ha tenido que pasar un año para que el gobierno entregara a la oposición un documento oficial en el que constara la deuda que la Junta de Comunidades tiene con nuestro municipio. Al conocerse la cantidad rubricada por el señor Blanco, Concejal de Hacienda, el pasmo fue de los que precisan registro. En contra de lo que habían sostenido el señor Alcalde y su escudero, el señor portavoz, en medios de comunicación, plenos y otros foros, el Gobierno de Cospedal no debe diez millones a Azuqueca de Henares, sino tres menos, exactamente 7.059.558’37 euros.

Habrá quien piense que da lo mismo que la Junta nos deba diez millones o tres menos, y que lo importante es que Cospedal salde la deuda ya. Es una opinión que no compartimos, porque hablamos de millones, no de céntimos, y porque en cuestión de deudas lo de ley es ser preciso, que es lo contrario de lo que ha hecho el señor Bellido al reclamar cantidades que no son ciertas. Nuestro Alcalde, de manera incomprensible, se ha resistido hasta el último momento a reconocer oficialmente la cifra de la deuda, ha abusado de la buena fe de los vecinos que creían en sus palabras, ha debilitado con su irresponsabilidad la posición de Azuqueca de Henares ante el gobierno regional, ha hecho el ridículo poniendo a nuestra ciudad en ridículo, ha ejercido el más lamentable partidismo al pretender convertir una reclamación justa en la enésima riña del dichoso bipartito y, sobre todo, ha mentido durante muchos meses sobre un tema que exigía decir la verdad e ir de frente. En IU sentimos vergüenza por tal proceder y ya que el aludido no lo hará, pedimos a los ciudadanos disculpas en su nombre.

Afirmado lo anterior y en previsión de lo que algunas malas lenguas pudieran murmurar, denunciamos una vez más el daño intolerable que provoca la señora Cospedal a nuestro municipio al negarse a pagar lo que le debe. IU se pone a  disposición del Ayuntamiento para reclamar en Toledo o donde sea menester que la señora Cospedal liquide hasta el último céntimo la deuda que mantiene con nuestra ciudad.

Dicho lo cual, el portavoz de IU pasó a analizar los presupuestos.

Alvarado comenzó su intervención señalando que el presupuesto no es de 26 sino de 25 millones de euros, diferencia que es la suma de las facturas (1.075.000 euros) pendientes del año anterior que se cargarán a este ejercicio, destacando el dato de que el 27’5% del montante de esa deuda que viaja de un año a otro corresponde a la partida de fiestas. A la pregunta de qué se recortará en el presupuesto del 2013 para absorber la deuda del ejercicio anterior, el concejal de hacienda dijo que sólo las partidas afectadas por facturas pendientes, de lo que se deduce que, por ejemplo, el capítulo de fiestas, que vuelve a presupuestarse en 350.000 euros, deberá reducirse a 75.000 euros, cifra que es de todo punto increíble.

Hablando de festejos, el portavoz de IU preguntó varias veces sobre el gasto real de las fiestas del 2012 (el coste menos los ingresos) mayormente para saber si la cantidad presupuestada para 2013 era digna de crédito. Además, Alvarado recordó al concejal del área, Santiago Casas, su compromiso, no cumplido hasta la fecha, de informar a la oposición sobre el coste verdadero de las fiestas. Ante una pregunta tan obvia, el gobierno optó por el silencio, quizás porque no quería reconocer que el gasto en fiestas ha superado con mucho los 350.000 euros consignados, tal y como indica la liquidación del presupuesto del año 2012, con unos gastos comprometidos que ascienden a 595.636 euros.

Es opinión de IU que Azuqueca de Henares no se puede gastar 350.000 euros anuales en fiestas y mucho menos casi 600.000, que tendrían un mejor destino si se emplearan en  cuestiones de urgencia social, que son lo cotidiano, apremiante y sustancial en estos tiempos de crisis.

Terminado este capítulo sin haber obtenido respuesta, Alvarado encomió las dos partidas dedicadas a un plan de empleo y a un programa de refuerzo alimenticio en colegios, que ascienden a 600.000 euros y que, no siendo competencia municipal, el Ayuntamiento se compromete a ejecutar. Dicho lo anterior, el portavoz de IU resaltó que los 600.000 euros que el Ayuntamiento gastará en esos dos planes es una cantidad menor que lo que se dejará de gastar en las guarderías municipales y en la ayuda a domicilio (743.100 euros), de donde se deduce que el gasto social municipal no sube sino que baja, por mucho que el señor Bellido diga lo contrario. El Alcalde podrá aducir que las partidas de guarderías y ayuda a domicilio decaen porque el Gobierno regional no cumple con sus obligaciones, lo cual es tan cierto como que tampoco las cumple en lo relativo a los planes de empleo y los servicios sociales, y no por ello desaparecen del presupuesto. Además, coincide el gasto en empleo y en reforzar la alimentación en las escuelas (600.000 euros) con el gasto comprometido en fiestas durante el año 2012 (595.636 euros), lo cual conduce a dos conclusiones, a saber: a) en el presupuesto del señor Bellido se cambian las subvenciones a las guarderías y la ayuda a los impedidos, por alimentos y trabajo temporal, lo cual es una opción pero no la panacea; y b) las nuevas grandes partidas sociales, motivo de orgullo del señor Alcalde, equivalen al gasto en fiestas, lo cual no es motivo de satisfacción para IU.

Si el gobierno del señor Bellido quiere hacer política social puede mantener el plan de empleo y las ayudas alimenticias (600.000 euros) y destinar el presupuesto ejecutado de fiestas (casi 600.000 euros) a la ayuda a domicilio y a sostener las guarderías municipales. De este modo, se produciría un aumento significativo del gasto social ahora que es tan necesario.

Y sin que lo anterior excuse otras faltas, denunciamos la infame decisión de la Junta de retirar las subvenciones para las guarderías (450.000 euros) y la ayuda a domicilio (292.000 euros), dañando gravemente a miles de ciudadanos azudenses que quieren compatibilizar sus obligaciones laborales con las familiares o que, desgraciadamente, no pueden valerse por sí mismos y precisan de la ayuda a domicilio.

En cuanto al capítulo de personal, los presupuestos contienen tres injusticias mayúsculas. La primera es que el gobierno consiente en perder trabajadores municipales, lo que contradice su propuesta de mantener el empleo ahora que tenemos cifras de parados intolerables. Por ejemplo, en limpieza viaria se perdieron dos trabajadores el año pasado, a los que se añadirá un tercero el próximo mes de abril. Esos trabajadores a los que no se les renuevan los contratos dejan plazas vacantes, siendo obligación del señor Alcalde defenderlos, por mucho que el gobierno central intente impedirlo con trabas intolerables y otros absurdos. A este respecto cabe la posibilidad de invocar el artículo 23.2 de la Ley de Presupuestos de 2013 (cosa que no ha hecho el gobierno del señor Bellido) para plazas no fijas, justificando la urgente e inaplazable necesidad para renovar, al menos, al personal que ya tenemos. Es de rigor defender los puestos de trabajo de todos los empleados municipales, no sólo por razones humanas, sino porque cumplen tareas muy necesarias, completando esa decisión con planes de empleo para los ciudadanos. Lo contrario, desgracidamente, es simulación y vestir de azul al monago. La segunda injusticia que amparan los presupuestos es que el gobierno municipal se pliega a la orden ilegítima de Rajoy de hurtar la paga extra de diciembre de 2012 a los trabajadores municipales. Aceptado este primer atropello por parte del Alcalde, cabe preguntarse qué hará nuestro regidor si el gobierno central decide suprimir o reducir también las extras de 2013. ¿Aceptará mansurronamente los decretos? Y si es así, ¿para qué sirve un Alcalde o una municipalidad que no puede decidir cuántos barrenderos necesita o si ha de cumplir lo que le dicta el convenio colectivo? En cuanto a la tercera injusticia, diremos que está en potencia, al consignarse una reducción de casi el 40% de la partida dedicada a pagar a los profesores de la Casa de la Cultura (de 113.000 a 80.000 euros) asunto sobre el cual, al ser preguntado, el gobierno de Bellido calló.

El presupuesto incluye otros recortes muy difíciles de justificar (un 25% menos en cultura o un 40% en biblioteca), que se unen al hachazo del presupuesto de limpieza de los edificios municipales, singularmente en la Casa de la Cultura, a la cual se le reduce el presupuesto de limpieza un 66%, pasando de 25.000 euros 11.000 euros anuales. El resultado de estas decisiones no será otro que una Casa de la Cultura cochambrosa con una programación mortecina, lo cual, por otra parte, encaja con la idea que tiene de la cultura la señora concejala.

En cuanto al gasto en el mantenimiento de la ciudad, muy importante para evitar el deterioro de las inversiones y mejoras de otros ejercicios, el gobierno municipal ha decidido dejarlo prácticamente a cero, en contra de lo que marcaba el presupuesto del 2012, que tampoco se cumplió. En el año que acaba de terminar, el gobierno no gastó ni un céntimo en señalización vial, mejora de infraestructuras de vías públicas, colectores o redes de distribución de agua potable. A ello se añade la eliminación del proyecto de energía fotovoltaica, el recorte en el área de rehabilitación integral o la reducción en 100.000 euros de la partida destinada al mantenimiento de los colegios. Tal abandono, desde luego, no es producto del error o de la falta de medios, porque el gobierno de Bellido prefiere pedir un crédito de casi 900.000 euros (que es lo que dejó de gastar en arreglos y en el mantenimiento ordinario) para construir un intercambiador de transportes con otras ayudas de la UE. Es una evidencia que Bellido quiere ser recordado en esta legislatura por una obra pública de envergadura (una estación de autobuses le va bien) para satisfacer su vanidad, aunque ello aumente la deuda municipal y provoque el descuido y la incuria de un patrimonio urbano que hay que mantener. A esto se le llama política de cara a la galería, que consiste en no dedicar dinero a obras poco vistosas pero muy necesarias y, en cambio, gastarlo en la construcción de un intercambiador de transportes tan visible como prescindible. En pocas palabras, pretende pasar a la posteridad el señor Alcalde siendo negligente para lo menudo y rumboso para lo faraónico.

Hay un punto en las partidas de gastos que no puede pasar desapercibido, sobre el que el que el Concejal de Hacienda evitó pronunciarse por más que fue requerido. Nos referimos al peso que tiene la deuda contraída con la Diputación provincial, asunto que sólo tiene un responsable y que se llama D. José Luis  Blanco, dentro de una partida que asciende a 123.000 euros. Cada vez que preguntamos sobre este particular se percibe el olor del misterio (que se nos antoja a incienso) y que, más pronto que tarde, acabará por desvelarse.

En materia de ingresos sorprende la escasísima recaudación que se prevé por precios públicos de educación, cultura y deportes, o la imprevisión sobre la Casa de Acogida, cuyas cuidadoras, por ejemplo, han visto cómo sus nóminas han caído un 30% (de 1.500 euros al mes a poco menos de 1.000 euros) debido a los brutales recortes de Cospedal.

Dicho lo anterior, IU propuso lo siguiente en lo relativo al presupuesto: que la revista Azucahica pase a tener un formato electrónico, sin que tal decisión produzca menoscabo alguno en la asociación que se encarga de su reparto, que se supriman los contenedores de poda, que se renuncie al intercambiador de autobuses, que se organicen unas fiestas más cortas que no sean una carga económica para el erario municipal y que, con lo ahorrado, se apoye hasta donde sea posible y de manera transitoria a las guarderías municipales, la ayuda a domicilio y la Casa de Acogida (a sabiendas de que son servicios regionales). Por otra parte, el gobierno ha de hacer lo posible y más para mantener la plantilla municipal y no descuidar la limpieza y el mantenimiento urbano, así como coordinar la ayuda social de las organizaciones privadas y públicas que operan en el municipio. Finalmente, ha de ponerse manos a la obra para crear un comedor social. Estas decisiones, unidas al Plan de Empleo y al programa de refuerzo alimenticio en los colegios, darán lugar a un presupuesto verdaderamente social, que es el que necesita nuestra ciudad en esta coyuntura tan difícil.

Como el gobierno del señor Bellido se negó a aceptar las anteriores sugerencias, el portavoz de IU votó en contra del proyecto de presupuestos presentado por el gobierno, que resultó aprobado por la mayoría absoluta del grupo socialista.

Votados los presupuestos, correspondía discutir y aprobar, en su caso, la propuesta de declaración institucional emanada del Consejo Local de Igualdad con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género. Malos augurios planeaban sobre un texto que molestaba al PP porque ponía al PP en su sitio, por más que el texto dijera verdades como puños, no siendo una de las menores que los recortes en igualdad hacen más vulnerables a las mujeres y a sus hijos, especialmente si son pobres y víctimas de malos tratos. Molestaba a los concejales del PP más la crudeza de la acusación a su partido, muy justa y puesta en razón, que llevar a las mujeres maltratadas y a sus hijos a situaciones insostenibles, con evidente riesgo de su vida. Tras una discusión prescindible, IU y el PSOE votaron a favor del texto aprobado por el Consejo de Igualdad, mientras que el PP decidió votar en contra, añadiendo así unos quintales más de oprobio sobre su  maltrecha reputación.

Para concluir el pleno, quedaba discutir dos mociones, una presentada por el grupo socialista sobre la prórroga del Plan Prepara y otra de IU sobre el respeto a la regulación constitucional de los municipios. La primera moción fue aprobada con los votos a favor del PSOE y de IU, y la abstención del PP (emuladora del no sé y según de Rajoy, maestro del tancredismo), recogida la sugerencia de IU de que se incluyera en el texto que esta renta de subsistencia se prorrogue automáticamente, al menos, hasta que la tasa de desempleo no baje del 17%. En cuanto a la segunda moción, IU pedía que la crisis no sea la excusa para destruir la administración local y, con ella, los servicios públicos que, por ejemplo, en materia de igualdad y cultura, han desarrollado los ayuntamientos en los últimos treinta años. Esta moción, al igual que la anterior, fue aprobada por los grupos de IU y PSOE, mientras que el PP decidió de nuevo abstenerse adoptando una falsa posición aerodinámica que ya no engaña a nadie.

Y de este modo terminó el pleno de enero, bien entrada la noche, sin sorpresas, mientras la legislatura se va doblando como el espinazo de los ciudadanos.