En este Pleno se produjo una novedad nunca antes vista: el grupo municipal del PP se partió en dos mitades, quedando cuatro de sus concejales fuera de él, adquiriendo la condición de no adscritos. Quiere esto decir que el grupo popular pasa de nueve a cinco ediles (Iluminado Curto como portavoz, Agustín Gil, David Lapeña, Joaquín Pérez e Itziar Ainhoa) siendo los no adscritos José Luis Moraga, Silvia García, Aitor Varela y José Luis González.

El asunto de la ruptura del grupo municipal del PP viene de atrás. El punto de no retorno se produjo cuando se nombró una junta gestora en septiembre de 2013 y con la destitución de Moraga como portavoz tres meses después.

Las divisiones en los grupos suelen ser traumáticas y la del PP no iba a ser una excepción. Pero hay algo en ella que nos parece censurable porque toca un asunto que debiera estar por encima de la lucha en el interior de los partidos: los derechos de una mujer que está de baja por maternidad.

Es irrelevante que la mujer que el PP quiere despedir sea del PP (la responsable de prensa, Blanca Goñi) porque tiene derechos en cuanto mujer trabajadora que acaba de traer al mundo a dos criaturas, por más que se aluda a la cuestión de la confianza política para justificar su sustitución fulminante. En casos idénticos hemos defendido a otras mujeres que también fueron despedidas (una trabajadora de la piscina cubierta echada a la calle por los señores de Rayet) sin que nos importase su ideología, como tiene que ser. Los derechos fundamentales de las personas no están condicionados (por eso se llaman fundamentales) y no dependen de su condición ideológica, sexo, nacionalidad u orientación sexual, cuestiones todas ellas personalísimas e íntimas. Las mujeres del PP tienen los mismos derechos que las que no lo son, aunque el PP se empeñe en negar derechos a todas las mujeres. Igual que las del PSOE o las de IU, aunque a algunos “progresistas de cartoncillo” les moleste que IU defienda a las trabajadoras de IU que son echadas a la calle sin contemplaciones por empresas que no merecen gestionar instalaciones municipales. De modo que sin entrar en el fondo del asunto, la ruptura del grupo municipal del PP, le decimos a los señores del grupo popular, especialmente a su nuevo portavoz, que sus maneras merecen nuestro más rotundo rechazo.

Dicho lo cual, a partir de ahora los concejales no adscritos han adquirido el compromiso de funcionar como un grupo aunque no lo sean a efectos de consumir turnos en los Plenos, lo cual es de agradecer porque así se facilita el normal funcionamiento de la institución.

El Pleno comenzó con la propuesta del gobierno de modificar las ordenanzas de contenido sancionador con el fin de adecuarlas a una normativa general que no para de cambiar. IU votó a favor, mientras que el PP y los concejales no adscritos se abstuvieron.

Se traía después a la consideración del Pleno un asunto de la mayor relevancia: la retención indebida de la PIE a Azuqueca de Henares como consecuencia de la deuda general de la Mancomunidad Vega del Henares.

La Mancomunidad, formada por diferentes municipios, acumuló una deuda con sus proveedores (URBASER y CESPA) siendo dicha deuda el resultado de los retrasos e impagos de los municipios que la componen. La Mancomunidad se acogió al plan de pago a proveedores pero sin lograr la operación de préstamo correspondiente, siendo así que el gobierno central adelantó la cantidad adeudada a los proveedores, la cual se viene cobrando mes a mes reduciendo las aportaciones de la PIE a cada municipio mancomunado. El problema viene de las cantidades que el Ministerio retiene a Azuqueca de Henares, que superan con mucho el montante de nuestra deuda (que ya está satisfecha) y que acaban cubriendo la deuda de otros municipios con una PIE bastante menor pero con una deuda desproporcionada para su tamaño y población. Se llevaba al orden del día, por tanto, la petición al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas de que retuviera la PIE a cada municipio según su deuda con la Mancomunidad y que, en el caso de que la petición no fuese atendida como corresponde y merece, que se facultara al alcalde para que en nombre y representación del Ayuntamiento emprendiera las acciones jurídicas contencioso-administrativas y de otro orden que procediesen contra el Ministerio de Hacienda y de Administraciones Públicas.

El Pleno aprobó por unanimidad esta petición que deseamos sea atendida por el señor Montoro sin que haya necesidad de pleitear con la administración que representa, lo cual sería un despilfarro y una pérdida de tiempo imperdonable. En este asunto, el portavoz de IU, Alvarado, aprovechó para exigirle a la Comunidad Autónoma que pagara lo que debe a Azuqueca de Henares, deuda que viene arrastrándose desde tiempos de Barreda y que con Cospedal ha adquirido unas dimensiones insoportables. ¿Si los Ayuntamientos son obligados a pagar sus deudas y también las Mancomunidades, por qué no las Comunidades Autónomas a los Ayuntamientos?

Aprobado este punto correspondía debatir la moción presentada por el PSOE a favor de la mejora de los aparcamientos del Hospital Universitario de Guadalajara. La opinión del portavoz de IU al respecto era tajante. La situación del aparcamiento es caótica, peligrosa, una vergüenza. El PP pretende taparla a base de multas, como hizo Román, el alcalde de Guadalajara, con la red Astra de autobuses cuando la atacó despiadada e ilegalmente, lo cual han confirmado los tribunales recientemente sin que nadie del PP haya pedido perdón a los conductores sancionados. Pero no sólo. Llama la atención que al PSOE le preocupe ahora la penosa situación del aparcamiento cuando en el año 2010, IU y CCOO presentaron un plan de movilidad para su mejora, documento que fue enviado al subdelegado del gobierno, a la delegación de salud y bienestar social y a la gerencia del hospital, entidades por aquel momento en manos del PSOE que no se dignaron ni a contestar. Dicho de otro modo, el PSOE brama cuando el PP no cumple con sus obligaciones mientras que cuando tenía a su alcance la llave del remedio dejaba los aparcamientos hechos unos zorros. Estos reproches no inmutaron al portavoz ni al alcalde y fueron despachados por ambos con un silencio culposo.

Ante el aluvión de críticas recibidas sobre el estado lamentable de unos aparcamientos que más parecen un patatal, el portavoz del PP se limitó a leer un papelito que le escribieron en Guadalajara con argumentos muy estragados, haciendo de presentador de telediario que no convence a nadie, ni a los suyos, que no sabían dónde mirar mientras don Iluminado se esforzaba por dibujar una realidad inventada: la de un aparcamiento que es una balsa de aceite y que se va a arreglar de inmediato por la gracia de Cospedal.

Agotados los turnos de palabra se pasó a la votación. El PP votó en contra de la moción, los concejales no adscritos se abstuvieron y el grupo proponente e IU votaron a  favor.

La siguiente moción la presentaba el PP y trataba sobre la revisión y mejora de la urbanización y edificio del equipamiento integrado-centro de ocio juvenil. El PP recomendaba una serie de cambios en las obras y en la urbanización de una instalación que desde el primer momento nos pareció de lo más inoportuna porque ya no hay Plan Astra que la justifique, porque su definición es de lo más borrosa y, sobre todo, porque hubo que pedir un crédito de casi un millón de euros para afrontarla.

Nuestro punto de vista sobre las peticiones del PP era que rebasaban lo que es una moción al ser todas ellas de carácter técnico, y que sería preferible derivarlas a una comisión en la que pudieran estar los ingenieros y arquitectos municipales para que resolvieran todas las dudas planteadas, porque seguro que lo harían gustosos. Por tanto, en el Pleno hicimos la oferta de que el PP retirase la moción a cambio de que se convocara la reunión, a lo cual el PSOE se negó. Llegada la hora de votar, el PP apoyó su moción, el PSOE votó en contra y los no adscritos se abstuvieron, al igual que nosotros.

Los puntos 6 y 7 correspondían a mociones de IU. La primera, a favor de un comedor social y la segunda para iniciar el procedimiento según el cual el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares, junto con muchos otros de España, lleven la reforma de la administración local del PP (que, en realidad, supone la demolición de los ayuntamientos)  ante el Tribunal Constitucional.

La primera moción fue tumbada por los votos del PSOE, lo cual era de esperar si nos atenemos a la reacción grosera y maliciosa que despertó esta iniciativa en sus filas prietas, tanto más embutidas cuanto mayor es la cercanía de las elecciones. Lo que no era presumible fue que el alcalde diera orden de espulgar el padrón municipal para conocer el domicilio de los vecinos que sí ven el comedor social, con el objeto de enviarles una carta en la que les venía a decir, no sin la porción de mentiras correspondiente, tres ideas: sé que has firmado, te digo que estás equivocado y te aseguro que yo tengo la razón.

Que el alcalde se gaste en estos tiempos de carestía el dinero público en enviar justificaciones de sus manías es muy censurable porque puestos a explicar su punto de vista podría haberlo hecho en la calle con unas mesas que resultan muy asequibles, como hicimos los que recogimos las firmas. Pero que use el padrón municipal para comunicarse de un modo no oficial con los vecinos está en el borde de lo que admiten la Agencia de Protección de Datos y la doctrina de los tribunales.

En cuanto a la segunda moción de IU, la que instaba a iniciar los trámites para formalizar un conflicto en defensa de la autonomía local, IU y PSOE votaron a favor, los no adscritos se abstuvieron, aunque señalaron su parecer favorable, y el PP votó en contra, con lo que resultó aprobada. Ahora toca esperar a que se alcance el número estipulado de ayuntamientos y de vecinos en todo el país para que la ley contra los municipios sea examinada por el Tribunal Constitucional.

Terminó el Pleno con la moción a favor del Día Internacional de la Mujer, que recibió el voto a favor de IU y PSOE, la abstención de los no adscritos y el no de los concejales populares.