Las 56 trabajadoras encargadas de la limpieza de los 33 centros de salud de la provincia de Guadalajara comenzaron ayer su tercera semana de huelga indefinida que siguen sosteniendo de forma unánime, para reclamar el abono de sus nóminas y la rescisión del contrato a la actual empresa adjudicataria, Linorsa.
Los sindicatos han explicado que la autoridad concursal ha autorizado el pago de la mensualidad de abril, pero siguen pendientes de cobras dos nóminas y media, más la del mes de mayo que está a punto de finalizar, la mismo tiempo que reclaman al Ejecutivo de García-Page la rescisión inmediata de la adjudicación del servicio a nueva empresa que garantice el pago de los salarios. La Junta no puede seguir mirando para otro lado mientras las trabajadoras siguen soportando el retraso en el abono de sus nóminas, una situación que llevan padeciendo meses y que les está llevando, en algunos casos, a atravesar situaciones dramáticas.
El delegado provincial de la JCCM en Guadalajara, Alberto Rojo, se comprometió en la reunión mantenida con los sindicatos a que antes de que acabara el mes de mayo habría relevo en la adjudicación del servicio de limpieza de los centros de salud de la provincia. El mes está a punto de finalizar y aún siguen en la misma situación: sin cobrar y con la incertidumbre sobre la
rescisión del contrato con Linorsa.
Tampoco se ha pronunciado al respecto el Alcalde Blanco que, lejos de solidarizarse con las trabajadoras tal como se comprometió en el último pleno tras apoyar la moción de Izquierda Unida, ha decidido callar, mantenerse al margen y no manifestarse a las puertas de la Delegación de la JCCM junto a las trabajadoras no vaya a ser que sus jefes les llamen al orden. Qué tiempos aquellos en los que se arrimaban a las pancartas porque gobernaban otros.
Estos conflictos evidencian una vez más, el fracaso del modelo privatizador que se ha impuesto en la gestión de los servicios públicos, anteponiendo los intereses de las empresas concesionarias a las necesidades tanto de los usuarios con de los y las trabajadoras que lo prestan.
Desde Izquierda Unida les seguimos trasladando todo nuestro apoyo a estas trabajadoras y esperamos que la Junta de Comunidades actúe de inmediato, de lo contrario, se hará cómplice del sufrimiento de muchas familias.