El pasado 5 de julio los ediles del grupo municipal de IU registraban una solicitud a raíz de las quejas recibidas por los usuarios de las salas de estudios de la biblioteca municipal debido a la restricción horaria durante la época estival.

Tanto la Concejala de Cultura, Susana Santiago, como el portavoz del equipo de Gobierno, David Pinillos, respondían lo mismo: “el servicio responde a la demanda existente en los meses de verano porque no se completan todas las salas”.

Para la portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, María José Pérez Salazar, “el argumento que dan los ediles del gobierno es demasiado pobre, pero eso sí, no les han supuesto el más mínimo esfuerzo. No puede ser que sin datos y sin los informes técnicos correspondientes, los encargados de gestionar los servicios públicos se queden tan anchos después de semejante afirmación”.

“Todos sabemos cómo funciona la ley de la oferta y la demanda y si la extrapolamos a este servicio concreto, llegamos a la conclusión de que no hay demanda porque el horario del servicio ha sido previamente restringido. Desgraciadamente y por esta decisión, los usuarios deben desplazarse a otras localidades cercanas para poder estudiar en salas que sí disponen de horario de 24 horas todo el año”.

“En definitiva se trata de una cuestión económica lo que lleva a este gobierno a adoptar esta medida. Prefiere invertir el dinero de todos en cuestiones que le permitan lucirse: vídeos para hacer propaganda de su gobierno por un importe superior a 1.000 euros, anuncios en el Diario.es por importe de 605 euros, gastos de representación 600 euros, 280 euros en restaurantes etc., en vez de ampliar las salas de estudios para facilitarles la labor a nuestros estudiantes”, concluye Pérez.