El coronavirus obligaba en el año 2020 a suspender todas las fiestas patronales. No ha habido bailes, encierros, procesiones ni fuegos artificiales. Nada de orquestas ni chiringuitos. Tampoco atracciones infantiles, y el dinero destinado a ellas, en la mayoría de los municipios encontraban otro fin.
Sin embargo, y según ha afirmado la portavoz del grupo de Izquierda Unida, María José Pérez Salazar, en Azuqueca no ha ocurrido lo mismo que en otros municipios en los que se ha destinado el dinero de las fiestas a incrementar el gasto social y a paliar los estragos de la crisis. Después de haber examinado la liquidación del presupuesto del ejercicio 2020, hemos comprobado que el Gobierno municipal ha gastado más de 1.300.000 euros en fiestas, cuando no se han celebrado ninguna debido a la pandemia.
Pérez ha señalado que son muchos los municipios de alrededor los que han buscado fórmulas para invertir ese dinero de la mejor forma posible, desde el apoyo a la vuelta a los centros educativos, paliar la brecha digital que padecía muchas familias durante el confinamiento y que impedía que sus hijos pudieran realizar las tareas escolares, incrementar fondos para organizaciones que atienden a personas en riesgo de pobreza, pasando por ayudas para intentar reactivar la economía y ayudar al comercio local que se ha visto tan castigado en este último año. En cambio, en Azuqueca, el Gobierno municipal, con un paquete de medidas firmado desde el mes de junio y sin darle cumplimiento a la gran mayoría de ellas, decidió ejecutar las partidas de fiestas destinando una cuantía similar a la de años anteriores, no sabemos a qué, probablemente a abonar facturas de otros ejercicios, mientras abandonaba a las familias y no destinaba ni una mínima ayuda a los comerciantes y autónomos cuando tanto la necesitaban.
Pérez ha lamentado que el alcalde no diera ninguna explicación al respecto, cuando ella misma le preguntaba por ello en la última sesión plenaria y ha insistido en que es una grave irresponsabilidad, no sólo el hecho de que el Gobierno municipal no rinda cuentas de su gestión en un Pleno cuando la oposición le formula preguntas, sino que destine más de 1.300.000 euros de dinero público no sabemos en qué, mientras la ciudadanía necesitaba ayuda.
La portavoz de la formación de izquierdas ha finalizado afirmando que la buena oposición busca la transparencia en su labor, propone alternativas edificantes y procura que quien gobierna rinda cuentas porque es su obligación, y eso hace su grupo, por mucho que la señora Martín afirmase banalmente, en el último Pleno, que “la encanta poner en tela de juicio lo que haga el alcalde”.
Fiscalizar la labor del Gobierno y aportar la crítica constructiva es garantía de que la legalidad esté asegurada por mucho que les pese.
Si quiere conocer las partidas presupuestarias ejecutadas piche aquí.