Convocados por CCOO y UGT, unos dos mil ciudadanos de toda condición se manifestaron de nuevo por las calles de Guadalajara para pedirle al gobierno que derogue la reforma laboral que quiere imponer.

Los que fuimos a la manifestación sabemos que la reforma no va a crear empleo. Todo lo contrario: abarata y facilita el despido, rebaja los salarios a niveles de vergüenza y destruye los pocos derechos que amparan a los trabajadores. Por eso, IU exige que se retire inmediatamente.

Si la reforma laboral se impone nos conducirá a la prehistoria, convirtiendo a nuestros hijos en esclavos y a nosotros, sus padres, en un puro hazmerreír ante ellos. Si consentimos tal atropello, nuestra generación habrá fracasado y pasará a la historia como una nulidad dañina.

No hay miedo, ni precariedad, ni estado de necesidad que justifique el abuso del PP. De modo que si el Gobierno no rectifica y negocia, provocará una huelga general que, esperamos, tenga un seguimiento abrumador de trabajadores y ciudadanos hartos de mentiras y de soportar mansamente sacrificios sin fin