El seguimiento del paro en nuestra ciudad fue un éxito. La actividad en los institutos y colegios se redujo en un 75% y en un 50% respectivamente, equiparándose a la media regional. En cuanto a la Comunidad Autónoma, el impacto de la huelga en la Universidad fue muy elevado, dado que a ella se sumaron casi el 100% del Personal Docente e Investigador y el 60% del Personal de Administración y Servicios.

 

Por la tarde había convocadas manifestaciones en las cinco capitales de provincia, a las que acudieron unos 30.000 ciudadanos. En la manifestación de Guadalajara participaron unos 4.000 vecinos que rechazan unos recortes intolerables que empobrecen a las personas, tanto cultural como materialmente, y que ponen en grave peligro la cohesión y la paz social.
Cuanto más avanza la crisis con más claridad se ve la intención de la señora Cospedal, que consiste en desmantelar unos servicios públicos de los que es enemiga confesa. La mayoría absoluta de Cospedal no le otorga ningún derecho a destruir la educación pública, que es patrimonio de todos los castellano-manchegos y obligación fijada por la Constitución.
Cuanto más arremeta la Presidenta regional contra los servicios públicos más crecerá la indignación de una ciudadanía que no se merece ni este trato ni a estos gobernantes.
Por este camino vamos derechos a la catástrofe.