Cospedal pone en peligro de muerte a la sanidad pública. El cierre total de las urgencias nocturnas en zonas rurales, penúltima agresión contra el sistema de salud, deja desamparados a sus pobladores, a los que antes les cerró los colegios y les quitó las rutas de autobuses.

Desertificación de un territorio y condena a sus pobladores al abandono. Este es el remedio del PP a la crisis.

Mientras tanto, las aseguradoras privadas se frotan las manos y anuncian seguros médicos privados de pacotilla que no valen ni el folleto en el que están escritos.

El mayor ahorro es el que produce el enfermo que deja de estarlo espontáneamente, bien por sanación milagrosa, bien porque reposa en la tumba.

Salvemos la sanidad pública de las devastaciones del PP de Cospedal.