La presentación corrió a cargo de integrantes de la RSP de Azuqueca de Henares y de otras poblaciones cercanas, que explicaron en qué consiste su iniciativa, cómo nació y qué pretende.

La RSP surge espontáneamente de la necesidad de ayudar a las víctimas de la crisis-trampa pero de una manera mutualista y superadora del orden actual, porque el sistema no tiene compostura ni es creíble por sus crueldades y su lógica depredadora.

Aliviar el sufrimiento, acabar con las causas que lo provocan y hacerlo desde abajo, con el pueblo sufriente y consciente como protagonista. De eso se trata.

En el país ya hay más de 40 redes de solidaridad popular que no sólo se encargan de ayudar en materia alimentaria sino, también, de defender a sus asociados de la represión gubernamental, de los desahucios, de las heridas que producen los recortes en educación, sanidad, justicia, etc… Además, cunde en las redes de solidaridad el anhelo de dar un paso adicional para crear un sistema de huertos urbanos solidarios, de empleo no capitalista y de intercambio no monetario de bienes y servicios, lo cual demostraría que la colaboración es mejor que la competitividad, que la solidaridad vence al egoísmo y que las relaciones capitalistas no son una fatalidad sino una perversión.

Las redes de solidaridad popular son también una escuela de activismo y de toma de conciencia, porque en esta sociedad en la que se están demoliendo los sistemas institucionales de amparo y protección hay que actuar colectivamente para no ser aplastado.

En Azuqueca de Henares hay una red de solidaridad popular que funciona desde el pasado mes de noviembre. Desde entonces ha desarrollado una labor encomiable de ayuda a varias familias sobre la premisa “yo doy, yo recibo”. La red de nuestra ciudad empezó con lo más imperioso, la comida, y ahora ha ampliado su radio de acción a los juguetes, la ropa, la educación y, pronto, a la producción de alimentos con medios propios.

IU de Azuqueca de Henares apoya esta iniciativa solidaria que busca no sólo ayudar a quienes lo precisan sino que, también, pretende transformar un orden de cosas injusto y dañino.