Comenzó el Pleno con la modificación de la ordenanza general de gestión, recaudación e
inspección de los tributos, con el objeto de adecuarla al nuevo calendario de cobro de la
tasa del agua (que nos subió un señor del PP, de apellido Carnicero, presidente absolutista
de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe -MAS-, porque le dio la realísima) y a la
obligación de que las domiciliaciones de los tributos municipales obren en poder del
Ayuntamiento y no de las entidades financieras que tramitan el cobro. Tales cambios se
aprobaron por unanimidad.
Seguidamente se discutió la ordenanza reguladora de las terrazas de establecimientos de
hostelería y restauración. La propuesta del gobierno municipal consistía en que se podrá
montar una terraza casi en cualquier sitio, sin prohibiciones a priori. Opta Bellido por esta
vía para favorecer los negocios y, también, para contentar a gran escala, lo cual no está mal
excepto si se arriesgan valores superiores como el de la seguridad de los viandantes,
consumidores y camareros. IU no está contra los hosteleros ni contra sus clientes, faltaría
más, aunque las malas lenguas lo insinúen. Lo que IU quiere son terrazas seguras en las
que tomarse un refresco, una tapa o una ración sean motivo de disfrute. No consideramos
adecuado que se permitan terrazas en plena calzada con tráfico intenso y sin retranqueos
ni, tampoco, las separadas de los establecimientos y que obligan a camareros y a clientes
a cruzar la calle para acceder al local que tiene la licencia. Autorizar terrazas en lugares en
los que puede haber un riesgo razonable de accidente es una irresponsabilidad. Además,
creemos que la nueva ordenanza intenta legitimar terrazas ya instaladas que nunca
debieron autorizarse por motivos de seguridad. Durante el debate pedimos al gobierno del
señor Bellido que aceptara estas sugerencias para darle el sí a la ordenanza, pero el grupo
municipal socialista se negó a cualquier cambio o mejora de su texto. Agotado el debate
se pasó a la votación. El PSOE, el PP y los concejales no adscritos aprobaron la
ordenanza original, sin modificaciones, mientras que IU votó en contra por las razones ante
referidas.
Acabado el capítulo de las ordenanzas correspondía discutir las mociones.
La primera moción fue redactada por el sindicato STEs. Por su importancia y gravedad se
admitió sin cambios por IU, el PSOE y los concejales no adscritos. El PP se negó a
suscribirla, cubriéndose de fango una vez más, lo que ya es costumbre en esa marca.
Los docentes denunciaban en su escrito la persecución sufrida por cuatro profesores y un
activista social a raíz de la protesta que protagonizaron el 7 de septiembre de 2011 en el
Teatro Buero Vallejo contra los recortes de Cospedal, que mandaban a 800 interinos (¡
800!) a la calle, atropello que obligó también a reorganizar el curso en un plazo de 48 a 72
horas, al traslado forzoso de miles de interinos supervivientes y a la supresión de muchas
horas de refuerzo, desdobles, laboratorios y bibliotecas para los estudiantes.
La protesta transcurrió pacíficamente, como demuestran las imágenes que grabaron
algunos testigos, aunque varios policías locales denunciaron agresiones que no están
demostradas porque no ocurrieron. Añádase a lo dicho que cuatro de los siete policías
locales retiraron sus denuncias y que la fiscalía nunca vio motivos para llevar esta causa por
la vía penal.
A pesar de estos detalles la acusación particular, con la complicidad del PP de
Guadalajara, pide para los profesores y el activista social cuatro años de cárcel, como si
fuesen criminales sanguinarios o terroristas de capucha.
Un gobierno que alienta el encarcelamiento de maestros por el crimen de defender la
escuela pública es una desgracia, una mancha, un peligro. El calvario de estos profesores
evidencia la podredumbre moral a la que quiere llevarnos el PP que, además, es un partido
dirigido por una cúpula corrupta y presuntamente delictiva que, en estos días, para
equilibrar la balanza de la injusticia, libera a decenas de peligrosos narcotraficantes sin que
se le mueva una pestaña.
Con el PP los profesores que protestan corren el riesgo de ir a la cárcel, igual que el resto
de los ciudadanos que se quejan porque están hartos de sus mentiras, abusos y
humillaciones.
Con el PP, en cambio, duermen a pierna suelta sus amigos y cargos que son ladrones
presuntos, de molde, de definición de la RAE, por más que el presunto, como concepto,
huela que apeste y haya que seguir poniéndolo por si las moscas.
La moción redactada por los maestros fue aprobada IU, del PSOE y de los concejales no
adscritos. El PP se abstuvo, entre balbuceos, lo cual no sabemos qué significa, aunque
menos da una piedra en este desierto que atravesamos.
El debate transcurrió en presencia de numerosos profesores que tuvieron la amabilidad de
asistir al salón de plenos y que dieron una lección de educación y de buenas maneras
mientras se debatía su triste caso, como corresponde a quienes tienen la alta tarea de
enseñar a nuestros hijos a descubrir e interpretar el mundo en el que viven. De
delincuentes, por tanto, nada. Señoras y caballeros, profesionales que merecen respeto y
no el acoso de quienes no les llegan ni al tacón.
Terminado este asunto tocaba debatir la moción del grupo socialista en la que se instaba,
entre otras cosas, al presidente de la MAS a contestar a dos solicitudes aprobadas por
nuestro pleno sobre la dichosa subida del precio del agua que nos aplica y que no tiene
justificación. Llueve sobre mojado en este asunto, el del agua, que por naturaleza es
húmeda y que oxida nuestra paciencia, que pierde electrones y se vuelve inestable, porque
no queremos que nos cobren lo que no tiene asiento ni que nos falten al respeto como
municipio al darnos la espalda y no contestar a nuestras peticiones por la vía oficial. El PP
se opuso a todo en aplicación del principio que afirma que hay que defender al jefe antes
que al sufrido ciudadano que paga lo que no debe ni puede, sólo porque el primero tiene el
poder de mandar y el segundo es simple súbdito, trapillo que se tira cuando no sirve, voto
despreciable que no vale ni el papel en el que se emite.
Aprobado y resuelto lo anterior, presentaba el PP una moción sobre el incumplimiento de
los acuerdos plenarios en materia de información. En su turno de palabra, el concejal de IU
hizo notar que en el texto de la moción convivían verdades, medias verdades, asuntos
cogidos por los pelos que nada tenían que ver con el principal, oscuridades y
exageraciones, porque es cierto que algunos concejales del gobierno no contestan a la
oposición debido a que les puede la soberbia y son lo que son porque no son nada sin el
poder que ahora tienen (la concejala de cultura, verbi gratia), sin caer en la cuenta de lo
fugaz de su situación, simple vanitas vanitatum omnia vanitas, humo y cenizas, porque
otros vendrán a sustituirlos para alivio y felicidad de los administrados, quedando de ellos
el mismo recuerdo que deja un mal sueño.
Así que el portavoz de IU pidió que el texto se centrase o, de lo contrario, tendría que votar
en contra, lo que ocurrió al final por el empecinamiento del PP en mantener su batiburrillo.
Igual hicieron los concejales del PSOE y los no adscritos.
Terminaba el capítulo de las mociones con la presentada por los concejales no adscritos en
la que pedían al grupo municipal popular que renunciara a alguno de sus cargos
remunerados (que son cuatro) a costa del presupuesto municipal, puesto que los populares
ya no tienen nueve concejales sino cinco. Esta moción recibió el sí de los proponentes así
como el de IU y el PSOE. Los aludidos, los concejales del PP, se abstuvieron, en la
creencia de que sólo sobran los demás políticos, nunca ellos, tal y como plantean en la
reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha o en la reforma de la administración local, por
ejemplo, en fraude democrático nunca visto antes.
A esas alturas tan avanzadas del Pleno, el gobierno municipal pidió incluir por urgencia la
aprobación del inicio el expediente de concesión a una empresa privada del futurible
tanatorio municipal.
El asunto se explica en pocas palabras: el Ayuntamiento compra el terreno por 255.633
euros, la empresa concesionaria levanta el edificio aportando 1’3 millones de euros y, a
cambio, recibe la explotación del negocio por medio siglo.
El portavoz de IU pidió al gobierno municipal que incluyera dos cambios para votar a favor
del expediente: un nuevo cálculo de decesos en el que se añadieran los de los municipios
limítrofes, lo cual conduciría a una concesión por menos años (entre 30 y 40), y una
regulación más exhaustiva de las tarifas en cuestiones de obligado cumplimiento como la
extracción de marcapasos, prótesis o trabajos elementales de tanatopraxia, como hacen
otros municipios en sus pliegos de condiciones.
Se buscaba con ello que los precios del futuro tanatorio sean más asequibles que los de
Guadalajara y que haya una cierta competencia entre tanatorios, tan escasa en este mundo
del negocio sobre la muerte.
Ninguna de las dos sugerencias fue aceptada por los concejales socialistas, por lo que IU
se abstuvo de apoyar una concesión que nace con vicios, al igual que el PP pero por otros
motivos, mientras que los proponentes y los no adscritos votaron a favor, aunque estos
últimos pidieran una vez más al gobierno municipal que atendiera las sugerencias del
portavoz de IU, cosa que no lograron.
Esta crónica no puede acabar sin una reflexión más general sobre la situación que vive el
país y sus gentes desde hace bastante tiempo, demasiado ya, soportando un gobierno
corrupto, una crisis-estafa y una destrucción de derechos, rentas y dignidad absolutamente
insoportable.
Si a pesar de las evidencias que aplastan y ahogan la mayoría que se expresa en las urnas
prefiere seguir uncida al yugo es que no hay salvación por las buenas y, quizás, tampoco
por las malas.
A esta desgracia se suma otra, porque el resto del pueblo, la inmensa mayoría muda, que
es más numerosa que la que habla, consiente con su silencio, acelerando el viaje que nos
lleva a la sepultura.
Revolotean por nuestros cielos los fantasmas de las pinturas negras de la Quinta del Sordo,
arquetipos de una sociedad que se niega a morir para que nazca otra más sana y libre.
Si las tornas políticas no cambian en lo profundo y, además, de inmediato, habrá que
entonar con el romántico aquello de “Adiós, tierra infeliz, triste y esclava…”