En el acto intervinieron Daniel Martínez, coordinador regional de IU de Castilla-La Mancha, y Ascensión de las Heras, diputada del Congreso.
Dos ideas destacaron en sus intervenciones: que la Unión Europea actual es el resultado de décadas de componendas entres populares y socialistas, y que es posible otra Europa ahora que se nos viene encima el apocalipsis neoliberal.
Populares y socialistas no son lo mismo, se distinguen por sus votantes, pero hacen casi lo mismo cuando gobiernan en pos del sistema.
Desigual en la base y equivalente en la cúpula (la raíz el engaño) así es el bipartidismo que tanto gusta al IBEX35. Hete aquí la explicación de que sus más altos dirigentes, una vez terminada su vida política, reciban la recompensa de un cargazo en un consejo de administración de una gran multinacional. No es que los señores populares o socialistas sean fenómenos o lumbreras que merezcan salarios de seis dígitos antes de la jubilación, es que son fenomenales para el sistema, no hay otros mejores. ¿Cómo no premiarlos entonces?
Socialistas y populares no son oposición el uno del otro en Europa sino colaboradores, cooperadores.
Se reparten de maravilla los cargos en las instituciones europeas y en la troika mientras bailan el minué.
El Parlamento europeo lo preside Martin Schulz, lo cual no le impide compartir mítines con Elena Valenciano por más que su partido esté en una coalición de gobierno con Merkel en Alemania, su rival en los combates de pressing catch cuando llegan las campañas electorales.
Merkel presiona a favor de un gobierno entre populares y socialistas en la UE, tal y como los de Grecia, Austria, Bélgica, Holanda y el de su país, por ejemplo, tesis que le parece estupenda a Felipe González, y pide a Juncker y a Schulz que se entiendan por el bien mutuo después del próximo domingo, porque la UE no es un proyecto social sino del euro, las multinacionales y la gran banca para competir con los chinos, coreanos o hindúes, que ese es el meollo y no las sandeces perrofláuticas de la igualdad, la libertad y la fraternidad.
En la Comisión Europea, presidida por Barroso, ejerce Almunia como ministro de la competencia y aquí paz y después gloria.
Oír a Enrique Barón y a José María Gil Robles es escuchar a una misma cabeza, la del sistema. Por tal coincidencia, PSOE y PP nos cambiaron la Constitución con el fin de rescatar a los banqueros y hundir a los ciudadanos, e impiden un referéndum sobre un futurible Tratado de Comercio e Inversión con los EEUU que, de aprobarse, destruiría los pocos derechos y soberanía que nos quedan.
Por eso Valenciano se atreve a hablar de “troika buena”, término que rebajaremos a la condición de conceto, que es la mayor tomadura de pelo que hemos oído en muchos años, tan contrario a la realidad como los alacranes que no pican o los verdugos devotos de la vida ajena.
Pero no hay que resignarse a esta asfixia sostenida por una tropa de medios de comunicación encargados de engañarnos y manipularnos.
Es posible otra Europa. Basta con que los ciudadanos voten un programa como el de IU. Si así ocurriera los del bipartidismo se marcharían y con ellos sus amigos. Así de simple.
Nota adicional. IU propuso al PSOE y al PP de Azuqueca de Henares que hubiera un debate limpio en nuestra ciudad en el que pudieran participar los partidos que hacen campaña en nuestras calles (también IU, UPyD, EQUO, CIUDANADOS y PODEMOS). El PSOE dijo que no, que quería uno en Televisión Guadalajara, cuando ya lo tenía pactado con el PP y sólo con el PP. Y el PP dijo que tampoco. El resto de los partidos, en cambio, aceptaron participar, aunque por problemas de agenda no fue posible realizarlo. Quiere esto decir que el PSOE y el PP de Azuqueca de Henares desprecian a sus vecinos, rechazan un debate más que necesario, no dan la cara y se comportan con cobardía. Otra prueba del bipartidismo.