Desfachatez. Así es como califican los ediles de IU-Ahora-Azuqueca de Henares la actitud del señor Blanco tras votar, en el pleno de 25 de febrero, en contra de la moción en la que se pedía la restitución del 40% de las horas de limpieza de los edificios municipales que recortó cuando era concejal de hacienda en el gobierno de Bellido.
En marzo del 2012, ni al señor Blanco ni al señor Bellido les tembló el pulso para reducir las nóminas de unas limpiadoras a niveles de miseria y mandando a otras indirectamente al paro. Así fue como celebraron el Día Internacional de la Mujer, echando a la calle a trabajadoras de contratas, cuando eran el único sostén de sus familias.
El gobierno de Blanco no se puede hacer una idea de lo que sufrieron estas trabajadoras y sus familiares como consecuencia de sus recortes. Soportaron lluvia y frío a las puertas del Consistorio esperando en vano a ser recibidas por el Alcalde o por algún miembro del gobierno. Tras largas e infructuosas esperas, optaron por solicitar una reunión con el Alcalde, acompañada de la presentación de más de 2.000 firmas de adhesión a sus más que justas pretensiones, que se resumían en ganarse honradamente la vida con el sudor de su frente y ser escuchadas por quien tenían la obligación de atenderlas con el respeto que se merecían. Nunca lo hicieron.
“Mientras, en esta nueva legislatura, alardea de que las arcas municipales gozan de buena salud, gasta en fiestas el doble de lo presupuestado, 700.000 euros porque lo considera una inversión, de los cuales 200.000 han ido destinados a celebrar festejos taurinos y externaliza servicios como la proyección del cine del EJE por importe de 3.000 euros al mes, decide seguir manteniendo el recorte que él mismo aplicó en el año 2012 comprometiendo así la limpieza de los edificios municipales y manteniendo a las trabajadoras en condiciones vergonzosas y con salarios de miseria”, afirma la portavoz de IU, Mª José Pérez.
“Desde IU, le recordamos al señor Blanco que luchar por la igualdad y defender los derechos de la mujer va más allá de la conmemoración y la escenificación política ejercida de manera puntual, ligada a fechas concretas que sólo denotan un banal y esporádico compromiso por parte del que gobierna. De nada sirve promover declaraciones institucionales, inscribirse en carreras solidarias por la igualdad, o pedir la derogación de la reforma laboral, cuando consiente que en su Ayuntamiento, el que él dirige, haya trabajadoras sometidas a unas condiciones laborables y salariales miserables”.